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HELIODORO CASTILLO, Gro., 27 de febrero de 2024.- El sacerdote y director del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, Filiberto Velázquez Florencio consideró que la tregua que presuntamente acordaron los grupos criminales Los Tlacos, La Familia Michoacana y Los Ardillos “no es la paz verdadera, no es la paz deseada, pero es la paz posible”.
En entrevista al término de la celebración de una misa el lunes en Tlacotepec por la tregua del narco en Guerrero, el líder religioso señaló que también dependerá del gobierno que la paz continúe, en el sentido de que vea a la Iglesia católica como parte de una solución y que no ataque a los padres u obispos “criminalizándolos como parte de esos grupos (delictivos)”.
Indicó que sí hay voluntad de los grupos delictivos para mantener la tregua, pero no sólo depende de ello, sino de que se pida que nadie ponga las armas como método para llegar a acuerdos, y en cambio sea a través del diálogo.
Filiberto Velázquez dijo que si bien ya existe esa paz, no se debe olvidar el dolor, ni los rostros de las personas víctimas que sufren porque perdieron familiares.
Llamó a los tres órdenes de gobierno a dejar de criminalizar a los religiosos y en lugar de eso abonar a la paz y a la tranquilidad permanente, sin la necesidad de dialogar con los grupos, a través de la atención a las víctimas, apoyo a las policías municipales, con campañas de no adicciones en los jóvenes y atendiendo los asuntos que la ley los obliga.
Como informó Quadratín Guerrero, el sacerdote Filiberto Velázquez aseguró que fue el mediador para concretar las pláticas y alcanzar los acuerdos entre los jefes del narco.