Corrupción neoliberal
Una mujer más que maltratar
En la gala de eliminación del popular programa La Casa de los Famosos México, el creador de contenido Adrián Marcelo al ser el primer salvado de la noche y luego de que en la placa quedaran tres mujeres, dijo “una mujer menos que maltratar”.
Las opiniones se debaten entre si su contenido es actuado o no, ya que no es la primera vez que se ve envuelto en polémicas con respecto a la violencia de género.
Lo que sí es real y no se puede ignorar, es que dicho reality show es un reflejo de la sociedad machista y misógina mexicana.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 2018 a 2024 en promedio 10 mujeres fueron víctimas de homicidio dolosos y feminicidio diariamente y alcanzó la cifra más alta de muertes intencionales desde 2015.
Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dice que entre 2021 y 2022, los Centros de Justicia para las Mujeres (CJM) atendieron a 967 mil 920 mujeres de entre 15 a 44 años de edad por situación de violencia.
El reporte de los CJM indica que se atendió a un millón 261 mil 653 incidentes de violencia por agresiones físicas, psicológicas y sexual.
Asimismo, detalla que los principales agresores son parejas, seguido de personas conocidas y desconocidas.
No es la primera vez que este participante agrede a las integrantes de la casa; en dicha ocasión cuestionó la salud mental de la actriz Gala Montes, quien está diagnosticada con depresión y cuestionó también el físico de Briggitte Bozzo.
El ruido por dicha actitud llegó a la Secretaría de las Mujeres de Ciudad de México, dependencia que no pudo hacer oídos sordos del activismo en redes sociales que pedía la salida de Adrián Marcelo y que exhortó a la producción a posicionarse sobre la violencia mediática contra las mujeres, sin embargo, las cosas no cambiaron.
En esta edición hemos visto misoginia, violencia sexual, machismo, body shaming, gaslighting, gordofobia y homofobia, sin que la producción del programa hago algo al respecto.
Pareciera que en el camino a una vida libre de violencia, apenas levantamos los pies del lodo cuando nos topamos con contenido que si bien su objetivo no es educar, se mofa de una preocupante y triste realidad.
No es humor negro, es una burla para las madres que buscan a sus hijas desaparecidas, para las mujeres que no pueden salir de una relación de violencia, para las mujeres y niñas que han sido violadas, víctimas de trata y sigue alimentando el normalizar la violencia.
No es una mujer menos que maltratar, es una agresión a mujeres víctimas de una estructura violenta.