Teléfono rojo
Alejandro Arcos Catalán: trágico fin
El proditorio asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, no sólo indigna sino que consterna a la población guerrerense y a la opinión pública nacional.
Alejandro, fue asesinado de la manera más despiadada; con su muerte truncaron la esperanza de una sociedad con paz, felicidad y desarrollo a la que aspiraba como gobernante municipal.
Miles de indignados ciudadanos asistieron ayer a su funeral; infinidad de voces clamaron justicia después de la misa de cuerpo presente, al salir de la catedral de Chilpancingo.
El extinto ex alcalde capitalino, Arcos Catalán, era un hombre bueno, pacífico, cordial y sensato. Fue un político bien intencionado, como pocos existen en nuestro entorno.
Solamente una semana se desempeñó en el cargo de presidente municipal. Los demonios triunfaron y terminaron con su vida y una promisoria carrera política.
La Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, durante su conferencia mañanera de ayer desde la Ciudad de México, dijo que confía que la FGR atraiga en caso del homicidio del alcalde Arcos Catalán.
Comentó que la FGR procederá conforme a derecho, para realizar indagaciones a profundidad y, posteriormente, detenciones de los responsables del asesinato del alcalde de Chilpancingo, Arcos Catalán. La mandataria nacional se manifestó contra la impunidad.
A través de las redes sociales, diversos sectores de la población, además de condenar el crimen perpetrado contra el munícipe de Chilpancingo, también con gritos exigieron justicia. Miles de ciudadanos lo despidieron hasta su última morada del panteón central.
Líderes políticos nacionales y estatales, diputados locales y federales, senadores y la mayoría del pueblo de Chilpancingo, se unieron al clamor generalizado de justicia, ante el trágico evento que hoy enluta a la clase política guerrerense.
Alejandro, había sido llevado al cargo de presidente municipal, por una coalición integrada por los partidos PRI-PRD y PAN. Ganó las elecciones de manera limpia y contundente; conducía su vida pública y privada, de manera transparente, sin escándalos.
Alejandro, de 43 años de edad, lo conocimos desde hace más de dos décadas, durante eventos políticos, encabezando a otros jóvenes entusiastas, en apoyo a personajes, como el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien lo formó y forjó en las lides de la política.
Arcos Catalán, había sido diputado local por el PRD; también fue ex compañero de Legislatura del entonces ex legislador local, Héctor Astudillo Flores (ex alcalde), quien lo incorporó a su gabinete (municipal) como director de Catastro Municipal, donde hizo un buen papel.
A pesar de haber perdido la elección para presidente municipal, hace tres años, ante la ex munícipe Norma Otilia Hernández Martínez, el joven político Arcos Catalán, nunca desistió en su legítima aspiración por convertirse en alcalde capitalino, lo cual logró este año.
Sin duda alguna, la muerte del alcalde Arcos Catalán, es una tragedia que viene a romper con la paz y armonía con desarrollo a que aspiraba el extinto alcalde de Chilpancingo, quien deja un vacío en el corazón de miles de ciudadanos quienes todavía tienen fe en la buena política, como la que ejercía en vida Alejandro.
Descanse en paz, tan ameritado joven ex alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, a quien siempre se le recordará por ser incansable promotor de la paz, felicidad y desarrollo.
Nuestras sinceras condolencias a su esposa, Sandy Solís Peralta, a su pequeño hijo Alex, y a los padres del extinto ex munícipe capitalino… Punto.