Teléfono rojo
Pobreza hambrienta
La pobreza alimentaria en México es un fenómeno complejo que interrelaciona factores económicos y sociales. Abordar este problema requiere un enfoque integral que no solo se centre en la provisión de alimentos, sino que también considere el acceso a servicios de salud, educación y oportunidades económicas para mejorar la calidad de vida de las poblaciones afectadas.
La pobreza alimentaria se refiere a la incapacidad de obtener una canasta básica alimentaria, incluso si se utiliza todo el ingreso disponible del hogar. En 2024, se han presentado los siguientes datos sobre la pobreza alimentaria en México:
En el primer trimestre de 2024, la población en pobreza laboral solo pudo cubrir el 42.3 por ciento de la canasta alimentaria con su ingreso laboral.
En enero de 2024, la pobreza extrema por ingresos alimentaria fue de 9.4 por ciento en el ámbito rural y de 8.6 en el urbano.
En el primer trimestre de 2024, el porcentaje de la población con un ingreso producto de su trabajo inferior al valor de la canasta alimentaria se redujo a 35.8 por ciento.
Este fenómeno socioeconómico está muy presente en la Región Pacifico Sur según lo revelan los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. La disponibilidad de alimentos se ve afectada por problemas en la transportación de productos agropecuarios, principalmente los provenientes de Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
La población en situación de pobreza, tanto rural como urbana, presenta mayores obstáculos para acceder a la canasta básica alimentaria, así como las personas que habitan en algunas entidades situadas al sur.
En México, la población en situación de pobreza en 2022 reportó una proporción de 36.3 por ciento, lo que equivale a 46.8 millones de personas. Entre las entidades que superan ese porcentaje se encuentran Chiapas, con 67.4 por ciento, es decir, 3.8 millones de habitantes; Guerrero, con 60.4 por ciento, o sea, 2.2 millones de pobladores, y Oaxaca, con 58.4 por ciento, es decir, 2.5 millones de habitantes.
Por el número de población con inseguridad Guerrero tiene 28.4 por ciento, Chiapas con 25 Oaxaca con 23.1, Michoacán con 20.9. El Coneval también señala que el sur del país, con información hasta el año 2023, aparecen como particularmente vulnerados en cuanto al acceso a la alimentación, en particular Guerrero con el 31.5 por ciento de su población, Oaxaca con 28.6, Michoacán con 23.
En la región de Chanal, Chiapas, se presenta un grado de inseguridad alimentaria de entre el 70 y el 77 por ciento. Además, el 96.1 por ciento de la población de esta zona vive en pobreza.
En Chiapas existen por lo menos cuatro municipios que presentan niveles de inseguridad alimentaria cercanos al 50 por ciento, es decir, la capacidad para obtener alimentos es complicado
Es alarmante el segmento de la población en estado grave de inseguridad alimentaria alcanzando en el año 2019, que fue de 9,7 puntos porcentuales, lo que significa que alrededor de 746 millones de personas suelen quedarse sin alimentos y/o pasar varios días sin comer.
También el 28.4 por ciento de la población guerrerense padece niveles moderados y severos de inseguridad alimentaria, por la falta de condiciones de accesibilidad económica y física a los alimentos,
Michoacán ocupa el noveno lugar nacional entre las entidades con mayor población pero sus condiciones de vida no son siempre las más dignas, pues quienes tienen de cero a 17 años se encuentra en alto riesgo, en virtud de que el 53.7 por ciento vive en condiciones de pobreza moderada y extrema, además de ser el grupo más vulnerable a sufrir agresiones sexuales.
De acuerdo con el organismo, en Oaxaca 2.5 millones de personas viven en situación de pobreza; es decir, el 58.4 por ciento de sus habitantes. Y es el tercer estado con el mayor número de población en esta situación.
Los que no conocen el hambre, tienen en su poder la pobreza del mundo, diría la abuela.