Perspectivas cinéfilas
Un agotamiento fatal
El flujo de remesas que ha recibido México durante el tiempo transcurrido de 2024 es equivalente a 3.5 puntos del PIB, con lo cual sería el octavo receptor si se miden estos ingresos en función del tamaño de la economía, donde el líder es Honduras para quien estos recursos representan 26.9 por ciento del PIB.
México es la segunda economía receptora de remesas luego de la India, en niveles absolutos.
Sin embargo, con respecto al PIB, este ingreso resulta bastante reducido en proporción del tamaño de la economía.
En cambio, estos recursos emitidos por trabajadores mexicanos desplazados tienen un peso mayor para la economía de algunas entidades federativas del país.
Se trata de los que tienen menores niveles de producto per cápita, y conforman la Región Pacífico Sur.
Para Chiapas, las remesas representan 15.6 por ciento del Producto; Guerrero, cuyas familias beneficiadas recibieron el equivalente a 13.8 puntos porcentuales del PIB en remesas; Michoacán, cuyos hogares captaron ingresos en dólares equivalentes a 10.9 puntos del PIB y Oaxaca donde las familias beneficiadas recibieron envíos equivalentes a 9.8 del Producto.
Estos ingresos en dólares contribuyen a moderar los diferenciales entre los productos per cápita de las entidades del país y por otro lado sugieren que los estados con los menores productos per cápita han sido los expulsores de migrantes al exterior. En las entidades de la Región Pacifico Sur, este ingreso representó más de 10 puntos del PIB, es decir, más de dos veces la media nacional.
En el caso de Michoacán, las remesas mueven su economía casi tanto como lo hace todo el presupuesto público estatal pues las remesas equivalen a más de 50 por ciento del presupuesto público estatal.
Es el estado con la mayor dependencia a partir de la proporción que representan de los ingresos brutos totales. En esta entidad del Pacífico Sur, las remesas equivalen a 96.7 por ciento del total de los ingresos brutos públicos.
Chiapas entró de golpe en la lista de los mayores estados receptores de remesas desde hace cuatro años.
Entre enero del 2020 a septiembre del 2024, que es la información más reciente divulgada por entidad federativa, las remesas enviadas a la citada entidad suman 13 mil 778 millones de dólares.
Los cuatro años previos, entre enero del 2015 y diciembre del 2019, los dólares transferidos en forma de remesa hacia Chiapas, ascendieron a 3 mil 734 millones de dólares. Luego entonces, se han cuadruplicado hasta representar una de las fuentes más importantes de ingreso en dólares.
Los hogares receptores de Chiapas reportan remesas acumuladas de enero a septiembre del orden de 3 mil 103 millones de dólares. Guerrero lo hizo en 2 mil 424.8, Michoacán 4 mil 162.7 y Oaxaca recibió 2 mil 566.6, en todos los casos es durante el mismo periodo.
Debe tenerse que desde noviembre del año pasado hay una tendencia a la desaceleración en los envíos vinculada a factores estructurales del empleo de los migrantes mexicanos en aquel país.
El agravante es que si se seca el flujo de remesas a México impactará negativamente en la dinámica del consumo que ha sido uno de los motores del crecimiento.
Si se anularan las remesas, las familias perderían una parte significativa de sus recursos, lo que afectaría su capacidad para cubrir necesidades básicas como alimentos, vivienda, salud y educación.
En muchos casos, las remesas se destinan a financiar proyectos productivos familiares, como la compra de tierras, la apertura de pequeños negocios, o la mejora de viviendas. Sin ellas, habría una disminución en la inversión local en estos sectores, lo que dificultaría la creación de empleos y el desarrollo económico de la región.
La anulación de las remesas tendría efectos devastadores tanto a nivel económico como social para la Región Pacífico Sur. Afectaría el ingreso de las familias, el consumo local, la pobreza, y las oportunidades de desarrollo, mientras que también generaría importantes tensiones sociales.
Las riquezas de una persona pueden rescatar su vida, pero los pobres no perciben esas amenazas. Diría la abuela.
Los caminos del sur volverán a ser transitados a partir del 7 de enero del 2025. Felices fiestas y prosperidad a los lectores.