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CHILPANCINGO, Gro., 25 de diciembre de 2024.- Más de 100 comerciantes cerraron sus negocios tras el asesinato del presidente del Patronato de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo, Martín Roberto Ramírez Ruiz, durante las vísperas de Navidad en plena plaza pública del barrio de San Mateo en la capital.
Este miércoles, locatarios se reunieron en las instalaciones inconclusas del Teatro del Pueblo para acordar retirarse del lugar o continuar ofreciendo sus productos durante el desarrollo de la feria.
Minutos más tarde, acudió a la reunión el director de gobierno municipal, Iván Gervasio Nava para informarles sobre la cancelación de artistas nacionales, los cuales estaban programados para presentarse en estos días en el Teatro del Pueblo y en la plaza de toros Belisario Arteaga.
El funcionario les planteó a los vendedores dos propuestas, ante la advertencia de abandonar la feria.
La propuesta se trataba que los comerciantes que decidieran quedarse se les garantizaba la seguridad con los tres órdenes de gobierno y los que decidieran retirarse se les regresaría el 50 por ciento de lo que pagaron por sus locales.
Los comerciantes decidieron retirarse de la feria, indicándole al funcionario que, si no hay actividades en la plaza de toros ni en el Teatro del Pueblo, la gente no acudirá a la feria sólo para visitar los puestos de comida, ropa o venta de productos para el hogar.
A pesar de su inconformidad de que solo recibirán el 50 por ciento de lo pagado al Ayuntamiento, los comerciantes aceptaron retirarse de la feria y no participar en la edición 199 de la Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo.
Los vendedores detallaron que la mayoría hizo un pago aproximado al Ayuntamiento de cuatro mil 500 pesos por cada espacio de tres metros cuadrados que contrataron, además, invirtieron de 25 a 30 mil pesos por la compra de sus productos y mercancía que venden.
Hasta el momento, sólo permanecen puestos de personas provenientes de otros estados como Guanajuato, Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, quienes ofertan ropa de piel, pan, trastes de plástico, y comida.
Los comerciantes foráneos decidieron quedarse al argumentar que les afecta más regresarse a sus estados ante la inversión que hicieron al viajar a la capital de Guerrero.
La feria está resguardada por militares del Ejército y policías estatales.