
Teléfono rojo
El meme fue profético para sorpresa de nadie. Con distintas imágenes, preferentemente la de Guadalupe Taddei, el mensaje viral revelaba una verdad conocida que nomás esperaba el primero de junio para verificarse: “Ya tenemos los resultados, solo faltan las elecciones”.
El fraude se cometió a la vista de todos. La simulación de un proceso democrático se cayó mucho antes de la jornada, pero el uso sistemático y generalizado de acordeones confirmó que la inducción fue la regla y solo de manera excepcional se ejerció el voto libre y secreto. La elección debiera ser anulada, no cumple ninguno de los estándares internacionales de una democracia, pero la captura de las autoridades electorales deja poco espacio para el optimismo.
Hubo distintos diseños, impresos y digitales, la veda no inhibió su reparto y fue de uso común en los votantes movilizados a las casillas. Su promoción por parte de la estructura de Morena y sus gobiernos, incluyendo a servidores de la nación -encargados de entregar programas sociales y atender a los beneficiarios-, está profusamente documentado. No se preocuparon mucho por ocultarlo, a pesar de que la ley prohíbe la participación de funcionarios y partidos políticos.
Hacia abajo podían diferir en algunos nombres, pero en los cargos federales más importantes promovieron exactamente a los mismos: nueve ministros, cinco magistrados del Tribunal de Disciplina y dos del Tribunal Electoral. El acordeón oficial, en sus distintas modalidades, señaló a dieciséis candidatos para esos dieciséis puestos que aseguran el control político del nuevo poder judicial (en minúsculas)… y ganaron todos. Carro completo.
La elección se pensó para la plancha, cada ciudadano pudo votar por la totalidad de los cargos en disputa. Por eso resulta ingenuo, además de cínico e inmoral, el reproche de intelectuales orgánicos del régimen a la oposición por no hacer lo mismo que Morena, es decir, violar la ley y hacer fraude, acarreando clientelas con acordeón en mano. No hay manera de competir con la maquinaria clientelar del régimen en una elección despreciada por los ciudadanos. La votación efectiva para ministros fue de tan solo 9% del padrón, histórica abstención que, aunado a la exultante trampa, marca a los elegidos de ilegitimidad.
La famosa guía no se procesó en los órganos de dirección del partido en el poder, jamás se hubieran puesto de acuerdo sus tribus. Lo difundieron y operaron con base en él porque les llegó con la bendición del poder formal y del poder real. López Obrador se salió con la suya y acabó con los contrapesos… pero para él, no para la presidenta.
Algunos se consuelan diciendo que los ministros y magistrados ganadores son morenistas, pero de corrientes distintas y que eso generará equilibrios como ocurría en el viejo PRI del siglo pasado. Pero todos son cercanos al tabasqueño y están en deuda con él por su inclusión en el acordeón oficial. Ninguno de ellos se atreverá a desobedecerlo. López Obrador le corrigió la plana a Plutarco Elías Calles: con esa influencia garantiza su preeminencia en la sucesión del 2030.
No veo nada que sugiera que Claudia Sheinbaum quiera tomar distancia de su antecesor, pero en adelante sería un suicidio político que lo hiciera porque no solo estará copada en el gabinete y el Congreso, como ahora, aquél tendrá el poder judicial en un puño y, con ello, la última palabra legal.
El hijo ya levantó la mano para recibir la herencia. Aunque desde niño le dicen Andy, eso no obstó para victimizase, culpando a los conservadores por no llamarlo por su nombre; el mismo de su padre. Siguiendo el ejemplo de éste, no aceptó responsabilidad en las derrota de Morena en Durango, donde se fue a vivir, y acusó fraude sin pruebas. Ser mal perdedor es estrategia política.
La homonimia será la plataforma de su campaña por la sucesión y con un juicio sencillo podría unir los dos apellidos paternos en uno compuesto, como Silva-Herzog o Reyes Heroles, para llegar a la boleta como Andrés Manuel López Obrador. Por algo su cuenta en X es @amlolopezbeltran. Sus méritos son desconocidos, pero no le harán falta si él es el proyecto dinástico de quien hoy concentra todo el poder desde las sombras.