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ACAPULCO, Gro., 17 de junio de 2025.- El director del Museo Naval, Marcelo Adano Bernasconi presentó una investigación que documenta la entrada del navío de guerra Constitución Mexicana al puerto el 17 de junio de 1825, hace exactamente 200 años, hecho que representó un momento clave en la consolidación de la naciente Armada de México.
La investigación resalta el papel del puerto de Acapulco como bastión estratégico y símbolo de soberanía marítima para el México independiente, que fue presentada como parte del 25 aniversario del Museo Histórico Naval de Acapulco.
Adano Bernasconi explicó que la Constitución Mexicana se trató de un navío de 64 cañones cuya construcción requirió el ensamblaje de más de 30 mil piezas de madera.
De acuerdo con los planos originales, la embarcación tenía una eslora de 181 pies, una manga de 49 pies con 6 pulgadas, y una quilla limpia de 160 pies con 3 pulgadas.
Su desplazamiento alcanzaba las mil 541 toneladas, contaba con una batería al medio de seis pies y cuatro pulgadas y un calado lastrado con dos mil 500 quintales de hierro y 11 mil de zahorra.
La explicación en el Museo Naval, fue presentada la quilla de un modelo a escala 1:25, aún en proceso de construcción cuyo costo de construcción asciende a 500 mil pesos.
La quilla forma parte de un proyecto que busca replicar con fidelidad histórica la nave, al utilizar las maderas originales empleadas en la época.
Marcelo Adano explicó que gracias a las aportaciones de la investigadora cubana Raquel Cabrera Riveril, se obtuvieron los nombres de las maderas que eran utilizadas en la época entre las que se encuentran caoba, cedro, júcaro, chicharrón, dagame y guayacán, seleccionadas por su resistencia y funciones específicas en la estructura naval.
Dijo que una vez concluido, el modelo medirá 3.5 metros de largo del coronamiento al tope del botallón del bauprés, 1.5 metros de ancho en la verga mayor y 3.6 metros de alto hasta el tope del palo mayor.
Pesará entre 60 y 70 kilogramos y estará compuesto por unas 30 mil piezas en colores blanco, negro y madera natural.
Subrayó un la elaboración de esta nave, sigue normas del modelismo naval de astillero, con técnicas tradicionales de ebanistería, torneado y tallado.
Como parte del contexto técnico de la época, también se presentaron imágenes de una investigación paralela sobre los molinos hidráulicos utilizados en las fábricas de pólvora del siglo XVII.
Tales mecanismos, especificó, activados por corriente de agua, eran capaces de accionar mazos y ruedas dentadas para moler materiales, y sirvieron como base tecnológica para el trabajo en los primeros astilleros de América.