Marchan 4 mil maestros paristas del SNTE en Iguala para exigir solución
IGUALA, Gro. 10 de junio de 2014.- La senadora perredista y presidenta de la comisión de Derechos Humanos en el Senado, Angélica de la Peña Gómez, consideró que es un asunto de chantaje y de presión de la Iglesia respecto a la no aprobación de la ley de interrupción del embarazo en Guerrero.
Declaró que los gobernantes del Sol Azteca, no deben caer en las presiones que hace la Iglesia católica, pues ello repercutiría su trayectoria política.
Entrevistada en esta ciudad, luego de asistir a un foro sobre el aborto, señaló que la constitución es muy clara, en la que debe haber una separación del estado y la Iglesia, además de que en el artículo cuarto constitucional se establece el derecho a las personas a decidir el número de hijos.
Consideró que es un asunto de incongruencia que el gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, este a favor de la ley del aborto y algunos de su equipo no.
“Nosotros, no estamos imponiendo que la interrupción legal del embarazo se aplique en todas las mujeres sino que aquellas que quieran tomar esa decisión lo hagan sin riesgo, que lo hagan con la libertad y desde las instancias de salud para que no pongan en riesgo su vida”.
Refirió la legisladora que sí fuera electorera la ley del aborto, los legisladores y legisladoras, deberían de actuar en consecuencia, “el asunto es que hay una presión y una amenaza subliminal y abierta hacia legisladores y legisladoras que tienen aspiraciones políticas, que pueden verse bajo la lupa de las iglesias, que los pueden señalar epítetos y definiciones peyorativas denigrantes, que pueden afectar su carrera”.
Precisó que los políticos no deben hacer caso de ese tipo de situaciones porque las personas, aunque no salgan a marchar públicamente, saben que este tipo de cosas pasan y si tienen dinero se practican un legrado o aborto en clínicas que tienen recursos de asepsia, con médicos profesionales y aparatos avanzados donde regresan en poco tiempo a sus casas.
Agregó que también saben que las mujeres más pobres son las que mueren o quedan en un estado de esterilización porque se han perforado el útero o lo que tomaron les afecto su fertilidad y que las mujeres pobres tomaron las decisiones solas, de tal manera que estamos en una decisión de doble moral.
Por ello el gobierno debe buscar un equilibrio en las brechas de desigualdad entre las mujeres pobres y las que quieran abortar puedan hacerlo abiertamente sin ningún riesgo para su salud y las mujeres que tengan dinero lo hagan sin ser evidenciadas.