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ACAPULCO, Gro., 13 de septiembre de 2014.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en Guerrero informó que el pasado 10 de septiembre, elementos de la Policía Estatal Preventiva detuvieron a un sujeto en la zona hotelera de Acapulco Diamante, en posesión de 419 huevos de quelonio marino, motivo por el cual fue remitido al Ministerio Público Federal.
Por lo anterior, el Ministerio Público Federal (MPF) solicitó el apoyo de la Profepa con el fin de obtener un peritaje respecto al producto asegurado.
Cabe señalar que en una primera acción, el pasado tres de septiembre, efectivos de la misma corporación policiaca detuvieron a un individuo con la misma cantidad de huevos de tortuga marina, en un retén instalado en la carretera Acapulco-Zihuatanejo.
En ambos casos los sujetos fueron remitidos al MPF, por la posesión, cada uno, de 419, es decir 838, Huevos de Tortuga Marina Golfina (Lepidochelis olivácea), especie enlistada en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
A su vez el funcionario ministerial solicitó a los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, elaborar un Dictamen Técnico para identificar el producto del quelonio marino, quienes acudieron a las oficinas de la Procuraduría General de la República (PGR), donde identificaron las 838 piezas.
Adicionalmente, corroboraron que los huevos no estaban aptos para su incubación, debido al tiempo que transcurrió desde que éstos fueron recolectados en la playa hasta el momento en que se emitió el dictamen.
El Ministerio Público Federal determinó poner el producto asegurado, para su guarda y custodia, a disposición de la Profepa.
Cabe destacar que todos los quelonios marinos que se reproducen en México están protegidos por la NOM- 059-SEMARNAT-2010, bajo el estatus de Peligro de extinción (P), por lo que está prohibida la extracción, posesión y comercialización de productos, partes y derivados de dicha especie.
El Código Penal Federal establece en el artículo 420 que quien capture, dañe o prive de la vida a algún ejemplar de tortuga o mamífero marino, o en su caso recolecte o almacene de cualquier forma sus productos o subproductos, podría alcanzar una pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa.