Asaltan Chedraui Selecto en la zona Diamante de Acapulco
CHILPANCINGO, Gro., 25 de febrero de 2015.- La autodefensa del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo de Guerrero (FUSDEG) presuntamente torturó a dos integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Rigoberto J. un maestro de 37 años y el mecánico Abad R., ambos integrantes de la UPOEG, relataron que el lunes fueron detenidos arbitrariamente por el retén que instaló la autodefensa del FUSDEG en Petaquillas.
“Nos bajaron a la fuerza con las armas en las manos y les dijimos que íbamos a un mandado, por pastura para borrego”, agregó el joven mecánico.
Relataron que las autodefensas del FUSDEG se molestaron porque la camioneta en la que circulaban tenía logos de la UPOEG en las puertas.
Les quitaron los celulares y revisaron los mensajes de texto, llamadas, contactos, fotografías y videos. También les retuvieron las llaves de la camioneta.
Entonces los acusaron de colaborar con el grupo delictivo Los Ardillos, afincado en el municipio de Quechultenango.
“Nos subieron a la comandancia, nos dijeron que éramos Ardillos y nos golpearon al entrar. Luego nos amarraron las manos cruzadas en la espalda”, contó Abad R. En ese momento, dijo, los llevaron a cuartos separados y los interrogaron.
El maestro contó que, después de ser amarrado, cuatro integrantes del FUSDEG lo golpearon a puño cerrado en el cuello, para obligarlo a decir que era integrante de Los Ardillos y que cruzaban droga en medio del forraje para borrego.
“Me agredieron verbalmente, me mentaron la madre y me mantuvieron las armas pegadas al cuerpo, eran escopetas. Me preguntaron cuánto me pagaba Bruno Plácido (el dirigente de la UPOEG) y por qué ando con él, que de seguro estábamos coludidos con Los Ardillos y que por eso nos metíamos muy confiadamente en Quechultenango, en la boca del lobo. Después me dieron chicharrazos en las costillas y en la espalda, que según para sacarnos información”, contó.
Dijo que las autodefensas del FUSDEG lo acusaron de ser espía de la UPOEG y de transitar por Petaquillas para “provocarlos”.
Para el joven Abad el trato no fue mejor; al igual que al maestro Rigoberto, le amarraron las manos cruzadas en la espalda, lo torturaron e interrogaron.
“Querían que les dijera cosas de don Bruno (Plácido Valerio), pero yo no les quise decir nada, entonces me estuvieron golpeando en las costillas con una escopeta y también me golpeaban en el cuello. Antes me taparon la cara con una playera, para que no viera quiénes eran. Me levantaron la camisa y me torturaron con una chicharra. Me dijeron que si no les daba información me iban a matar. Casi una hora me golpearon”, relató el mecánico.
Ambos contaron que después de ser torturados los visitó el coordinador del FUSDEG, quien ordenó que les desamarraran las manos y nuevamente los juntaron.
Dijeron que el coordinador también los interrogó y les habló mal del dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, a quien incluso acusó de traficar droga para el cártel de Los Ardillos.
Entonces, les informó que serían liberados de forma pública y les advirtió que no tenían que decir nada de la tortura. “Nos dijo que teníamos que salir en público y decir que no nos habían hecho nada. Para eso nos pusieron una escopeta y una pistola en la cabeza. Nos advirtieron que teníamos que decir que no nos dieron ningún golpe o que de lo contrario nos iba a ir mal, que nos iban a matar. También nos hicieron firmar un papel que decía que no nos golpearon”, recordó el mecánico.
“De manera pública nos dijeron que nos levantáramos la camisa de frente y de espalda para que vieran que no teníamos marcas de golpes y que no fuimos torturados. Antes grabaron un video en el que nos preguntaban si nos habían torturado y tuvimos que contestar que no porque nos tenían amenazados”, agregó el docente.
Alrededor de las seis de la tarde de este martes, la autodefensa del FUSDEG les regresó sus celulares y la camioneta; también les advirtieron que no los querían ver otra vez por Petaquillas porque “les iría mal”