Hace Coordinación de Registro Civil campaña de servicios en Tlapa
TLAPA, Gro., 13 de junio de 2014.- Socorro Díaz Vázquez, indígena na savi que habita en la colonia El Mirasol ubicada en una de las salidas de la ciudad, denunció que los responsables de la obra de reconstrucción de la carretera Tlapa-Metlatónoc dejaron cerros de tierra que quitaron al camino, por lo cual cuando por un nuevo tubo de desagüe corre el agua de lluvia, el lodo avanza hacia su casa y ahora se encuentra inhabitable.
La mujer quien es viuda y trabaja elaborando sombreros, apoyada en la interpretación por un vecino porque no habla español, relató que antes corría agua junto a su pequeña propiedad construida de carrizo y madera, sin embargo, con el desecho dejado por la reparación de la carretera federal y el incremento de un tubo de desahogo, el lodo fluye y ha dañado su casa, los pocos muebles que tiene y su piso firme están llenos de lodo.
Aunque acudió primero al ayuntamiento municipal, el secretario general le negó cualquier apoyo arguyendo que ellos no tenían responsabilidad al ser la carretera una obra a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal. Ahora la mujer acudió al Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan para buscar por la vía legal que los responsables se hagan cargo de los daños.
La tierra fue dejada junto a la carretera el mes de abril antes del inicio de las lluvias por la compañía constructora que no se hizo cargo de la tierra sobrante de la obra. La mujer mixteca de 42 años que desde hace 20 perdió a su esposo, es originaria de San Miguel Amoltepec pero radica desde hace 30 años en Tlapa.
Después de la última lluvia que cayó la mujer decidió pedir refugio con una vecina por temor de que las piedras, pedazos de concreto y lodo la dejaran atrapada en su casa, sin embargo declaró que se siente triste y no entiende porque le hicieron esto si es pobre y a pesar de que no tiene que comer ahora tampoco tiene donde dormir.
Meses atrás Corett acudió para presuntamente escriturar la pequeña propiedad de la mujer e incluso le quitaron dos metros de su terreno para que el agua de lluvia fluyera por la pequeña barranca, sin embargo, ahora no sólo es agua sino lodo lo que corre y que ha dañado la casa.