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CHILPANCINGO, Gro., 8 de abril de 2014.- El movimiento de reivindicación salarial que llevan a cabo los trabajadores del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) no sólo ha expuesto la ofensiva disparidad entre las percepciones millonarias que recibe la élite de veinte magistrados y los ínfimos salarios de la base trabajadora, sino también ha evidenciado el tráfico de influencias y el nepotismo que prevalecen en esa institución.
Según denuncian los trabajadores que permanecen en paro desde hace más de una semana, los magistrados perciben salarios que ascienden a los 140 mil pesos mensuales, más bonos mensuales de 20 y 30 mil pesos por productividad y “por representación en actos oficiales”, es decir, por asistir a eventos con la representación del Tribunal.
Mientras que los trabajadores administrativos ganan apenas 2 mil 800 pesos quincenales.
También denunciaron el tráfico de influencias y el nepotismo que practican los magistrados, encabezados por el ahora secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, y la presidenta Lambertina Galeana Marín.
Según señalaron, Martínez Garnelo colocó como jueces para adolescentes a sus sobrinos Ever Nathanael Rodríguez e Ytania Fuentes Martínez, en tanto que la actual encargada del despacho de la presidencia, Galeana Marín, ingresó a la nómina a dos de sus hijas; una de ellas, Paloma, es su asistente personal, y Kenia es proyectista de la sala familiar y también era la encargada de la ponencia de la magistrada.
De igual manera, señalaron que el resto de los magistrados practican similares acciones de nepotismo y destacaron que entre salarios, bonos, estímulos y aguinaldo, cada magistrado percibe al año casi siete millones de pesos, con lo que sus salarios representan más del 30 por ciento del total del presupuesto anual del Tribunal.