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MÉXICO, DF, 19 de febrero de 2015.- El ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, malversó 66 millones de pesos de recursos transferidos a su ciudad en 2013 para programas de manejo de imagen, remodelaciones de oficinas del cabildo y otros proyectos que, a la luz de su colaboración con el crimen organizado, ahora suenan extraños.
Según lo publicado por Milenio, como parte de la Cuenta Pública 2013, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) descubrió que sin autorización ni documentación alguna, básicamente inventando los proyectos, Abarca financió con 66 mil pesos del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM), programas de “estímulos a promotores y prestadores de servicio social de la colonia Loma del Zapatero”. No es cualquier colonia: se hizo famosa a finales de este año porque ahí yace un cerro convertido en cementerio clandestino, utilizado por el grupo Guerreros Unidos con la venia del alcalde para tirar cuerpos de forma continua.
Hasta ahora, han sido descubiertas una decena de fosas en esa zona, donde en un principio se pensó que los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa podían hallarse. Por lo pronto, de las cuentas disponibles se desprende que la colonia era una de las favoritas de Abarca.
La alcaldía hasta dedicó a sus habitantes un “taller de organización social y seguridad comunitaria”, fondeado con 51 mil pesos, y un “taller de prevención de conductas antisociales y de riesgo”, por 4 mil pesos. A unos metros de donde se tiraban los cuerpos, también se construyó el parque El Zapatero para la comunidad. Costó 681 mil pesos.
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