El presupuesto es un laberinto
En el marco de unas elecciones complicadas por la tragedia de los normalistas de Ayotzinapa, la inseguridad que priva en Guerrero y todo el país, y la nueva crisis económica y de credulidad hacia el gobierno federal, presento este análisis del trabajo que desempeña un consultor Político, hago algunas reflexiones sobre el papel de realiza para ganar elecciones en tiempos de elecciones.
Durante estos tiempos electorales de crisis, siempre se pregunta la gente ¿ y cómo irá a ganar tal o cual candidato? La respuesta está en el uso del llamado “marketing político”. Y en donde se advierte que la publicidad y las estrategias mercadotécnicas política por sí misma no llevan al triunfo a un candidato. Sin embargo, hay que agregar también que el contacto con los electores y el uso de otros medios favorecen un mejor posicionamiento y el logro del objetivo primordial, que es ganar una elección.
Aunque un consultor político puede ser un especialista que es contratado temporalmente para preparar y dirigir de forma extraordinaria la campaña de marketing electoral de tal partido o tal líder político, un consultor político es esencialmente un generalista. Actualmente la preparación y dominio multidisciplinar se consideran muy útiles para ciertas multinacionales que tienen que vérselas con desafíos sociológicos, además de los consustanciales a la especialidad de producción y servicios y con las exigencias legales, publicitarias, de comunicación, de marketing, en política y, más especialmente, en los procesos electorales, sólo una buena coordinación de todas las especialidades que participan en el proceso optimizará la confluencia y adecuación de los factores, conforme a las fórmulas y pasos necesarios, para resolver exitosamente y obtener el resultado correcto del difícil teorema que plantea la convocatoria a las urnas.
Un publicista capacitado puede hacer y hará un magnifico despliegue publicitario proporcionado a los medios de que dispongan. Un buen sociólogo puede diseñar y llevar a cabo las encuestas con una buena técnica y análisis milimétricos y hasta acertados. Un buen político puede preparar incisivos mensajes propagandísticos y encontrar los puntos flacos del enemigo. Un buen asesor de imagen mejorará ciertos aspectos de actuación, locución y comunicación del candidato pero un buen consultor político tiene como único objetivo ganar, y hará o procurará que se haga todo lo necesario y en la mejor forma para alcanzar la victoria.
Es un generalista pero tiene que atender al toque adecuado de todos y cada uno de los instrumentos con un buen director de orquesta. No hay carrera académica ni master ni lugar donde se fabriquen consultores políticos. Hay que entender mucho de política, de leyes, de comunicación integral, e publicidad y mass media, de sociología y marketing, y a esto, añadir la sabiduría y experiencia para dirigir todos y cada unos de los frentes de batalla, de forma que se empleen las armas y hombres en el numero adecuado, en la forma y en el momento. Reitero como característica del consultor político esa preparación extensa e intensa interdisciplinar, complementada con la capacidad y personalidad propias de un director general de una empresa tan especial como es la de obtener una cantidad de votos determinada en un tiempo y condiciones preestablecidos.
Como complemento a lo que pudiera ser una definición del consultor político habría que referirse a su independencia ideológica o a su militancia en un mundo, el occidental democrático, marcado todavía por partidos de fuerte raigambre ideológica y de formulaciones de gobierno muy diferenciadas en dichos partidos y en los grupos sociales que los votan habitualmente. En muchos países es costumbre que el consultor político solo colabore profesionalmente para un partido. Un consultor político debería estar dispuesto a asesorar a cualquier partido o líder, cualquiera que sea su ubicación en el arco político. Esto en cuanto a la fijación de los campos posibles de ejercicio de la profesión, aunque la mayoría tienda a especializarse en el conocimiento y en la práctica en una determinada dirección. Desde el punto de vista ético pienso que la única limitación del consultor político es la de que el líder o partido que lo quiere contratar pertenezcan a un sistema democrático y estén dispuestos a respetar las reglas de juego de la libertad de asociación y participación política.
El consultor político puede asesorar a cualquier partido o líder, cualquiera que sea su ideología, mientras sea democrática. De la importancia que el consultor político debe dar a la sinergia, al entendimiento, a la suma y la convergencia de todos los que participan en pro del triunfo electoral. Lo que si puedo es dejar claro que los consultores que se comunican en cada ocasión electoral, y tratan de aunar fuerzas y conocimientos sin que la singularidad de la profesión y el escaso número de los que se consideran habituales en ella dé para ningún tipo de corporativismo, cualquier riesgo en este sentido es otro importante argumento para mantener y practicar la profesionalidad y la imparcialidad de los consultores políticos, y la disposición a ayudar indistintamente a cualquier grupo político con tal de que sea auténticamente democrático, no importando ni su poder ni su tamaño.
Al margen de la diplomacia, profesionalidad y falta de ambición de poder del consultor, hay un tema principal que se refiere a la dificultad mayor, a la razón más poderosa contra la experiencia y los argumentos del marketing político profesional, y es la suficiencia o no de los políticos de profesión y la organización profesionalizada de los partidos. Considero fundamental el trabajo del partido antes y durante la campaña electoral, pero la complejidad actual de la comunicación integral exige la ayuda del consultor político para optimizar los medios habituales del partido y orientarlos hacia el objetivo específico de la obtención de votos, que depende de muchos factores externos y difícilmente comprensibles para los que pertenecen y trabajan dentro de los partidos políticos. Los votos provienen desde tres perspectivas positivas diferentes: de los militantes, que es interesada; la de los electores habituales, que suele ser crítica, y la de los ciudadanos no comprometidos, que es la más civilizada, la más democrática, en sentido estricto, y la que hay que lograr captar para ganar.
Es muy importante el trabajo del líder del partido, es necesaria la publicidad, debe contarse con las técnicas del marketing político que están expuestas en muchos manuales al alcance de cualquiera…, pero la sabiduría o genialidad, la visión o intuición, el arte de un consultor político, sólo lo posee, por su experiencia, el consultor político.
Hay un aspecto que considero determinante en la actuación de un consultor político, y es el de saber mirar desde el ángulo adecuado el efecto que producen las imágenes superpuestas del líder, del partido y de la situación histórica, en un momento dado, como presente precario pero como situación real entre un pasado que ya no es y un futuro que no lo es todavía. Lo que sí afirmo es que un consultor político tiene una información privilegiada, o debería intentar tenerla.
Un consultor político es profesional independientemente, es decir no ligado a ningún partido político, organización empresarial, sindical, etc., que ayuda a los políticos, de distintos partidos y países, a alcanzar el poder a través de elecciones democráticas. Así, al menos, debería ser en todos los casos. Desde una perspectiva integral, un consultor político ve aspectos que a otros pueden parecer irrelevantes. La de consultor político es una profesión reciente.
Las diez claves principales de referencia obligada, a mi juicio, para un consultor político son:
1.- El único fin de un consultor político es que su cliente (partido o líder) consiga los objetivos que se ha propuesto.2.- Una campaña electoral deber ser más publicitaria que política.3.- La estrategia siempre debe ser diferente, porque cada campaña es diferente.
4.- Debe saberse con claridad meridiana en toda campaña cuál es el adversario directo.
5.- El meollo de la comunicación electoral debe estar en el posicionamiento y valoración del líder y su partido frente a los electores.6.- Una campaña de un equipo desunido es la mejor garantía de fracaso. El consultor político debe de exigir y lograr dicha unidad de actuación.7- El equipo base es una campaña debe ser pequeño, como por de decisión y, sobre todo integrado por profesionales.8- Los tres frentes esenciales en una campaña para el consultor son: mass media; .La publicidad;.la calle.9.- En todos y cada uno de los aspectos de una campaña, el consultor político debe ser capaz de hacer un seguimiento exhaustivo.10.- Sólo se deben utilizar en la campaña medios lícitos.
Estas son algunas consideraciones sobre lo que debe ser y tiene que hacer un consultor político, en México hay pocos especialistas pero el nivel de competencia política-electoral obligará a que esta profesión se extienda cada vez.
Es Cuanto.