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NUEVA YORK, 23 de enero de 2015.- Este viernes, el polémico sitio web de Vice publicó una supuesta carta que una sexoservidora enviaba a la esposa de uno de sus clientes, desatando furor en las redes sociales que no se encuentran del todo acostumbradas a la morbosidad propia del sitio.
Se trata de “April Adams”, una presunta prostituta neoyorquina, quien precisa a la esposa que el principal problema en su matrimonio es la falta de sexo.
“Hace diez años, cuando iban en la universidad, hicieron un trío con su compañero de cuarto. Todos los años contratan a una niñera y se escapan a Las Vegas. Nunca se pierden los maratones de La ley y el Orden. ¡Su matrimonio es excelente!… pero ¿Cuándo fue la última vez que tuvieron sexo tres veces en una semana? ¿Cuándo fue la última vez que tu esposo se quejó por eso? ¿No crees que quizá es posible que haya decidido solucionar ese problema sin tu ayuda y por eso acudió a mi?” establece April Adams conforme a la supuesta cara de Vice.
A lo largo del texto, la prostituta añade que “la buena noticia es que si tu esposo es mi cliente”, ello pues el hecho de que su hombre haya acudido a las artes de la vida galante porque quiere mantener vivo el matrimonio “consiguiendo un poco de cariño falso de la manera menos problemática”.
“Soy una profesional. Soy discreta, aunque hay algo más valioso que mi discreción: mi tiempo, mi atención y mi sexualidad se miden por horas, es decir, cuando el tiempo termina, él es todo tuyo. Está tratando de conseguir un poco de cariño falso de la manera menos problemática posible. Imagínate si en vez de ir conmigo, lo hiciera con tu niñera, tu vecina o tu mejor amiga. Podría seguir, pero creo que ya entendiste mi punto”, expone la carta publicada por Vice en su edición digital, donde Adams agrega que, como prostituta, nunca representará una amenaza para el matrimonio pues “cuando se acabe el tiempo” no quiere tener nada que ver con ambos.
“Los hombres saben que el cariño que les brindo depende del dinero que ellos me dan a cambio. Él no piensa contarte sobre mí, salir corriendo, llegar al hotel donde me hospedo y gemir con ternura mi nombre falso. Estoy fuera de esa vida. Soy una empleada. Por más que le atraiga sexualmente, jamás va a arriesgarse a sentir algo por mí”, precisa la sexoservidora al añadir que los riesgos de contraer una enfermedad de transmisión sexual, son prácticamente nulos, puesto que “hoy en día las sexoservidoras son más conscientes y sanas”.
April Adams destacó que los hombres que se inmiscuyen en la prostitución no gastan más de lo que tienen en sexo. “Si tu esposo necesita el servicio cada dos semanas y tiene mil dólares libres para gastar, además de lo que se necesita en casa, entonces busca a alguien que cobre más o menos lo mismo que yo. Entiendo que aún así no quieras que se acueste conmigo. Volveré a preguntar: ¿Cuándo fue la última vez que tuvieron sexo tres veces en una semana?”.
No digo que satisfacerlo sea tu deber. Lo que quiero decir es que quizá ya no quieras tener sexo con él tan seguido. Estás ocupada, estresada o simplemente ya no te excita tanto. Lo entiendo, a mí tampoco me excita en lo absoluto.
El escrito finaliza con la aseveración de Adams sobre que ella es “el ingrediente secreto en un gran número de matrimonios exitosos” porque cuando los hombres la visitan tienen la cantidad de sexo que quieren. Incluso podrían llegar a su aniversario número 50, siempre y cuando no revises su celular. De nada”, finaliza el escrito donde la prostituta añade que “Si de todas formas utiliza el dinero de su jubilación para comprar mi tiempo, entonces espero que lo dejes en la quiebra con el divorcio porque ese hombre no sabe administrar el dinero”.
Leer carta original en Vice