Se reúne Evelyn con miembros de la Jucopo del Congreso de Guerrero
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de abril de 2016.- La familia Murat y sus empleados están involucrados en el más grande escándalo de lavado de dinero que se haya conocido recientemente, realizado por el despacho Mossack Fonseca y dada a conocer por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
El anuncio de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) investigará a los políticos y personajes incluidos en una lista de personajes con empresas fantasma, en la que se encuentran empleados y familiares de los Murat, se da justo el día del inicio de campaña de Alejandro Murat Hinojosa por la gubernatura.
En el equipo de Alejandro Murat informó el domingo que se encuentra Samuel Gurrión Matías, a quien ya el SAT tiene en la mira por operaciones irregulares. Samuel Gurrión, al igual que otros despachos de abogados fiscalistas, han sido cuestionados por la promoción de outsourcing y el esquema de sociedades offshore.
De acuerdo con los datos de la investigación ICIJ –disponibles en línea y difundidos por algunos medios mexicanos como Proceso–, una de las firmas mexicanas que más ha recurrido a los servicios de la cuestionada empresa panameña es Doporto & Asociados, encabezado por el abogado Luis Doporto Alexandre.
A través de una empresa de servicios financieros holandesa, Infintax, la firma mexicana ha creado complejas estructuras de sociedades, fideicomisos y fundaciones en distintas jurisdicciones internacionales que han tenido repercusión en la reorganización del sector farmacéutico en México, indica el semanario Proceso, uno de los medios mexicanos involucrados en la investigación internacional.
El medio recuerda que, en junio pasado, el despacho mexicano tuvo un papel central en la venta de Grupo Marzam por parte de Genomma Lab.
El fondo holandés Moench Coöperatief compró el 50 por ciento más una de las acciones del segundo mayor grupo dedicado a la distribución de medicinas en el territorio nacional, por lo cual desembolsó mil 350 millones de pesos.
Detrás del fondo holandés se encontraban el propio Luis Doporto, de 41 años de edad, junto con el financiero venezolano Carlos Rafael Dorado, y los también financieros de origen suizo Karl Frei y Patrick Wyss.
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