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ACAPULCO, Gro., 8 de noviembre de 2015.- Ankor, el tigre de Bengala que hoy cumple 12 días de haberse escapado del cautiverio en que vivía al estar bajo el permiso de la Unidad de Manejo de Vida Silvestre, Paraíso de los Manglares, es un ejemplo de lo que realmente ocurre a nivel estatal en cuento a la procuración de las especies, declaró la titular de la asociación ambientalista Mar Selva, Natalia Parra del Ángel.
“Si está vivo o muerto, Ankor, el bello tigre de Bengala ha puesto de manifiesto la falta de atención e interés de las instancias procuradoras del ambiente en Guerrero al no aplicar la ley en lo que corresponde”, señala la defensora del medio ambiente.
Además de Ankor, en el sitio ecoturístico también vivían en pésimas condiciones, un león, un tigre y un jaguar, los cuales fueron trasladados a otra Unidad de Manejo Ambiental (UMA) en el estado de Hidalgo, aseguró la entrevistada vía telefónica y agregó que se desconoce cuál fue el paradero de otro tigre de Bengala hembra y un jaguar hembra que estaba preñada, los cuales conoció Natalia Parra al visitar el lugar hace más de dos años y en el cual los empleados no supieron informarles ni donde estaban el ejemplar del tigre hembra, así como lo que ocurrió con los cachorros del jaguar. De ésta última, dijo que solo le comentaron que murió, pero no señalaron las causas.
Por todo esto y otros casos de maltrato animal, la presidenta de Mar Selva, exigió la aplicación de la ley tanto a los responsables de las unidades, así como los representantes o inspectores tanto de Profepa, como de la Procuraduría de Protección Ecológica en Guerrero, las cuales dependen de Semarnat y Semaren respectivamente.
Expresó que el caso de Ankor y Paraíso de los Manglares, son un claro ejemplo de lo que ocurre en materia ambiental en Guerrero y que prueba de la falta de procuración es que a unas cuadras de las oficinas de la delegación de Profepa que se ubican en Palacio Federal, el Parque Papagayo cuenta con permisos y carece de exhortos o procedimientos en su contra, aun cuando la desnutrición, mal manejo y explotación de la especies, algunas de ellas pertenecientes a las listas en extinción, son maltratadas.
En el caso del Parque Papagayo, indicó que hasta el momento los responsables, no le han informado sobre la situación de los dos jaguares que han tenido, así como el porqué se les siguen