Avala Congreso de Guerrero extinción de organismos autónomos
ACAPULCO, Gro., 7 de febrero de 2016.- El secretario de Gobierno de Guerrero Florencio Salazar Adame sentenció que al gobierno de Héctor Astudillo no le va a temblar la mano para fincar responsabilidades si las auditorías que se realizan a la administración de Rogelio Ortega Martínez arrojan que se incurrió en mal uso de los recursos públicos.
“Si hay elementos para fincar responsabilidades, no le temblará la mano para hacerlo como no le tiembla para dirigir con decisión y carácter el gobierno de Guerrero”, expresó el funcionario al ser entrevistado sobre las declaraciones del ex secretario de Gobierno, David Cienfuegos Salgado, quien retó a que si se han encontrado irregularidades de parte de la anterior administración estatal, la actual debe presentar su denuncia.
Al respecto, Salazar Adame subrayó que se han puesto en marcha varias auditorías. “Estos son procesos no cortos porque evidentemente hay que estudiar expedientes, revisar cuentas, eventualmente solicitar datos de quienes estuvieron al frente de las entidades objeto de esta actividad, pero en su momento se van a dar a conocer los resultados y de ellos habrá de desprenderse si se ejerce alguna acción de carácter judicial”, dijo.
Abundó que no existe fecha para concluirlas ya que cualquiera sería aventurada “y el gobierno del licenciado Astudillo prefiere actuar con la responsabilidad de que sean los auditores quienes tengan la oportunidad de profundizar en el conocimiento de los expedientes financieros, y den a conocer oportunamente los resultados”.
De parte del gobernador Héctor Astudillo, afirmó, no hay ninguna actitud de venganza o revanchismo, sino que se trata simplemente de no caer en la impunidad “y de que se diga que la administración anterior actuó como tuvo, quiso o pudo hacerlo y de aquí en adelante los guerrerenses debamos seguir pagando cuentas de recursos que en todo caso debieron haberse destinado para su bienestar”.
Recordó que desde su campaña por la gubernatura, Astudillo habló de que en su administración no habría impunidad ni permitiría tampoco actos de corrupción, “y recién llegó a la administración reiteró esos mismos compromisos, de tal manera que se está actuando en consecuencia”.
Añadió que al recibir un déficit “de aproximadamente 20 mil millones (de pesos)” era necesario comunicarle a la gente los recursos disponibles, y que al haber tenido el gobernador Astudillo que “hacer una gestión exitosa y obtener recursos extraordinarios” por 2 mil millones para hacer frente al pago de bonos sexenales, salarios y aguinaldos, tiene que explicarse a los guerrerenses la causa de ese déficit.
El secretario de Gobierno recordó que si bien es cierto que hubo un proceso de entrega recepción que permite conocer con cierta formalidad la situación en que se recibe la administración, “la propia legislación prevé que cuando se incurre en actos en los que pudo haberse cometido defraudación a los recursos públicos el gobierno tiene la capacidad para fincar responsabilidades”.
Respecto a que la administración de Rogelio Ortega recibió también una administración en malas condiciones, Salazar Adame enfatizó que “el responsable de haber recibido la administración en las condiciones que haya sido de Ángel Aguirre, se llama Rogelio Ortega; el responsable de entregar una buena administración al gobierno de Héctor Astudillo, se llama Rogelio Ortega”.
Y agregó que “si el ex gobernador recibió la administración pública sin auditarla, sin haber hecho un proceso de entrega-recepción, si aceptó las cuentas que le encargaron, esa es su responsabilidad”.
También se refirió a los cambios que se han dado en los primeros 100 días de gobierno de Héctor Astudillo, entre los que mencionó los índices de ocupación hotelera que hace 15 años no alcanzaban Acapulco, Zihuatanejo y Taxco, y los atribuyó a que no hubo protestas sociales que paralizaran el flujo de visitantes por la Autopista del Sol.
Al respecto también indicó que el actual gobierno repara actualmente los daños causados a oficinas públicas durante las protestas que se dieron en el pasado, e incluso por el descuido en que se encontraban algunas de estas.
“Yo cuando llegué a la Secretaría de Gobierno me encontré una oficina con expedientes tirados en el piso llenos de polvo, sillas rotas, las computadoras inservibles, cajas con basura y eso da mala imagen de una administración que no necesariamente demostraba eficiencia. Yo sí quisiera llamar la atención, lo digo con todo respeto, de que se haga una valoración real de cómo estaba el estado antes de que Astudillo asumiera el gobierno, y cómo se encuentra ahora”, expresó finalmente.