Teléfono rojo
Un vaso con agua hasta la mitad puede verse medio lleno, o medio vacío. Es interesante analizar como dos personas pueden ofrecer una interpretación diametralmente opuesta respecto a datos duros que reflejan una sola realidad. Este miércoles, el periódico El Financiero publicó un estudio respecto a la influencia que distintos medios de comunicación tienen sobre el electorado para la determinación de su voto. Francisco Abundis Luna, director asociado de la encuestadora Parametría y autor de la nota, consideró que la cabeza: “La TV dobla a Internet en influencia para decidir el voto” era la más adecuada para describir la nota y en la entradilla agregó: “El 34% de los electores considera a la televisión determinante para definir su preferencia política; a la web, sólo 17%”. Vale la pena resaltar dos adjetivos que utiliza el señor Abundis: “determinante” y “sólo”.
Si bien, la cabeza de la nota presenta una comparación cierta, es evidente el intento por destacar la superioridad de la influencia de la televisión sobre el Internet. La entradilla revela aún con mayor claridad la intención de destacar dicha influencia al calificarla ,subjetivamente, como “determinante”, mientras que al referirse a la web, lo hace en términos despectivos mediante el calificativo “sólo”. ¿Qué tal la siguiente cabeza para el artículo?: “El Internet ya alcanza el 50% de la influencia que tiene la televisión para decidir el voto”. Son los mismos datos, pero la proporción se presenta de manera totalmente distinta. Posteriormente, en el cuerpo de la nota se detalla la influencia que tiene cada medio de manera porcentual, pero cuando se refiere a Internet vuelve a utilizar nuevamente el calificativo “sólo” o enfatiza “Internet aparece en último lugar”.
El estudio también presenta mediciones interesantes sobre influencia obtenidos en la campaña presidencial del 2006 y los compara con los obtenidos en febrero del presente año. Los resultados son los siguientes: Televisión (56% -> 34%), periódicos (37% -> 24%), radio (35% -> 31%), espectaculares (25% -> 22%), Internet (14% -> 17%). Los datos anteriores muestran un desplome de los medios de comunicación en su capacidad de influenciar al electorado excepto por……adivinó usted bien: Internet. Las variaciones redondeadas son las siguientes: Televisión (-39%), periódicos (-35%), radio(-11%), espectaculares(-12%), Internet(+21%). Como este sencillo análisis demuestra, el único medio cuya influencia incrementó fue Internet en un 21%.
El análisis presentado por Parametría ofrece como posible causa de estas variaciones a “la pérdida de credibilidad de los medios de comunicación en general.” Fenómeno que evidentemente no aplicó con Internet. ¿Qué llevó al autor del estudio a obviar la creciente influencia que el Internet está cobrando? Sería muy aventurado decir que la interpretación de los datos se manejó de manera tendenciosa, no me atrevería. Sin embargo me pongo a pensar. ¿Qué diría el administrador de un presupuesto de publicidad si supiera que la efectividad del Internet es 50% el de la televisión, pero su costo es infinitamente menor? Y en una comparativa con el resto de los medios, Internet se vería aún más favorecido.
No sé si con los argumentos que le presento usted coincida, pero me parece que Internet actualmente se ve como un vaso medio lleno.