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ACAPULCO, Gro., 24 de noviembre de 2015.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ya inició un procedimiento administrativo por posibles daños y responsabilidad de parte del ISSSTE, debido al derrame de diésel que se presentó el domingo pasado.
“Van a ver si hay algún descuido o no y ya lo determinará la subdelegación jurídica, pero si no es así no habrá sanción por el momento, pero si una amonestación por el riesgo que se corrió” detalló, la encargada de Comunicación Social de Profepa, Citlali García López.
García López aseguró que por ahora se espera cual será el desenlace para el ISSSTE, porque por el momento se encuentra en el procedimiento administrativo.
El pasado domingo alrededor de las seis de la mañana, como informó Quadratín Guerrero, más de 100 litros del combustible que abastecía a la planta de luz del Hospital General Acapulco del ISSSTE, se fugaron del tanque donde se almacenan, debido a que por falta de mantenimiento se le rompió la válvula.
En dicho suceso intervinieron militares, así como personal de Protección Civil municipal y estatal.
De acuerdo con lo declarado por uno de los trabajadores que permitieron sólo el acceso del personal de Protección Civil, fueron 500 los litros derramados; pero en entrevista, Citlali García, señaló que a ellos se les reportó que sólo se tiraron 115 litros.
Sin embargo, a pesar de ello en las dos inspecciones que han realizado personal de la Subdelegación de Inspección Industrial, de primer contacto descartaron daño ambiental, ya que el combustible solo escurrió en piso con concreto.
La encargada de Comunicación Social de la Profepa, explicó que de haber sido absorbido el combustible por un “suelo natural”, de manera inmediata se hubiera procedido contra los responsables, pero que por eso continua el trámite e investigación, para de esa manera descartar que en verdad haya ocurrido algún daño.
Citlali García aseguró que lo que Profepa seguirá vigilando, es que los residuos a los que se le puso arena para que ésta la absorbiera, sean compactados, se llene una bitácora y “contraten una empresa que transporte ese material y le dé el destino final que le corresponde. Y nosotros como Profepa debemos vigilar que se cumpla todo ese proceso”.