Hoja verde
Los tres demonios sueltos
Si se mira bien, la entidad cerrará el año con tres demonios sueltos que no la dejan en paz: la violencia, inseguridad y muerte que se incrementan día a día; el desaseo financiero atribuible a otros gobernantes, pero que tienen postrado al actual gobierno estatal tricolor; y la incapacidad de las autoridades municipales, estatales y federales para hacer frente con éxito a la delincuencia organizada. Lo cual genera un estado de caos, ingobernabilidad y anarquía, donde impera la Ley del más fuerte. El pulso lo dice todo.
GUERRERO: TIERRA SIN LEY.- Sin atacarse con inteligencia y a fondo, es previsible que la dinámica del conflicto público se incremente nocivamente, no solo al finalizar el presente año, sino en los inicios del 2016. Y los hechos son tercos al respecto:
1.- Como una forma de suavizar la violencia imparable en el puerto de Acapulco, el edil perredista Evodio Velázquez Aguirre festinaba un hecho perturbador: durante 34 horas no se había registrado ningún crimen doloso.
Mejor no lo hubiera dicho porque siete horas después asesinaron a una mujer en su humilde comercio banquetero que tenía instalado en el mercado central de aquel puerto turístico.
Ni siquiera el anuncio de la federación, en el sentido de que rebajaría un 50 por ciento el cobro en las casetas de peaje de la Autopista del Sol, frenó la inseguridad.
Lo mismo ocurrió en Chilpancingo, donde la violencia del crimen organizado ya dejó una estela sangrienta.
Y en el colmo de esta deprimente historia, el propio edil tricolor, Marco Antonio Leyva Mena asume que ya fue amenazado por grupos criminales.
Se entiende que el alcalde pasó de brindar seguridad a sus gobernados, a convertirse en indefenso ciudadano común. Pero eso sí, con derecho al cobro de impuestos que no justifica como autoridad.
2.- Por su parte, el gobernador Héctor Astudillo,se quejó inicialmente de un millonario endeudamiento heredado por administraciones estatales anteriores. Pero con todo, alcanzó a pagar a los trabajadores del Estado, salarios de las dos quincenas y el aguinaldo. Desembolsó 2 mil 500 millones de pesos para cubrir ese requerimiento.
Ya con anterioridad, la presidenta de la Comisión de Gobierno del Congreso local, Flor Añorve Ocampo anunció que había 837 millones de pesos adicionales para el Presupuesto de Egresos. Es decir, la Federación encabezada por Peña Nieto, le está echando el hombro bien al gobernador tricolor.
Aunque las investigaciones –si es que las hay- sobre los desfalcos financieros no prosperan ni llegan a ningún lado, más que a la queja amarga y recurrente del mandatario estatal en los medios de comunicación.
Con ello, se entiende que el propio presidente del país solapa la impunidad, el saqueo y el peculado en la función pública.Y por eso a su vez, los barones de la delincuencia organizada hacen lo que quieren, desean y mandan. En un país y en una entidad, donde el orden y la paz son retóricas prendas discursivas.
3.- La mayoría de los alcaldes son víctimas de la delincuencia organizada. Algunos deciden pactar con ella para no meterse en líos. Otros, la denuncian. Y cuando viene a Guerrero el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a desenterrar fantasmas políticos del pasado y anunciar nuevas medidas contra el delito, es curiosamente, cuando los crímenes se desatan con mayor incidencia.
Lo mismo le ocurre al gobernador Astudillo: va al Distrito Federal a decir que todo va bien, y a las pocas horas las ejecuciones se multiplican.
El pasado lunes hubo 14. Y la estadística crece grotesca y siniestramente. No hay forma de meterle freno.
Y es simple: los gobiernos municipal, estatal y federal, no pueden hacerlo. Hasta un alto funcionario del Cisen –Jaime Ramos Neri-, fue secuestrado el jueves y rescatado la madrugada del pasado domingo, en el vecino Estado de México. No hay competencia gubernamental. Ese es el punto.
HOJEADAS DE PÁGINAS…Trasciende que será en los inicios del año que viene cuando el senador Sofío Ramírez Hernández vuelva a solicitar su registro como militante del PRI.
La jugada parece obvia: el grupo del ex gobernador Ángel Aguirre mantiene sembrados a sus cuadros tanto en el PRI como en el PRD para no perder sus parcelas de poder en ninguno ni otro partido.