Hallan a un muerto por torniquete y envuelto en bolsas en Acapulco
CHILPANCINGO, Gro., 1 de junio de 2014.- Atanasio Rico Loaeza, un señor de 78 años de edad, con una discapacidad en el ojo izquierdo, de vestimenta humilde, con gafas obscuras y acompañado de varios amigos, construyó la fosa al interior del panteón central, donde este lunes sepultara a su único hijo, quien fungió como chofer de la presidenta del municipio de Juan R. Escudero, Elizabeth Gutiérrez Paz.
Con sentimiento y al borde del llanto sostuvo que la responsable de la desaparición y muerte de su hijo, Mario Rico Ramírez, es la alcaldesa Elizabeth Gutiérrez, por lo que exigió a las autoridades estatales y federales, una investigación a fondo para castigar a la edil en caso de encontrarse culpable de estos señalamientos.
Don Atanasio dio a conocer que en una ocasión su hijo le comentó que sentía temor porque había cosas medio mal con la edil y fue la noche del nueve de mayo cuando Mario salió de su domicilio al recibir una llamada de sus compañeros de trabajo y ya no regresó.
Fue hasta que el pasado sábado, cuando los integrantes de la Policía Ciudadana localizaron el cuerpo semi enterrado de Mario Rico en el punto de Plan de Lima, alrededor de las doce del día.
El padrino de Mario, Neftalí Villagómez Hernández, quien es comandante de la Policía Ciudadana, reveló que su ahijado le comentó que iba a renunciar como chofer de la alcaldesa y que se lo comento a la edil. Le contó que fue su peor error comentárselo a su patrona, a quien acusó de tener vínculos con la delincuencia organizada.
Atanasio Rico Loaeza reveló que en sus horas libres su hijo se desempeñaba en la profesión de payaso, divertía a chicos y grandes en fiestas infantiles en diversos municipios de la zona Centro y la Costa Chica de Guerrero.
Recalcó que Mario era cristiano, humanitario y que no le hacía daño a nadie, por lo que no merecía morir de esa manera, torturado y con un tiro de gracia en la cabeza.
Enfatizó que su hijo era el único que aportaba para sostener a su familia y ahora con su muerte exige al gobernador Ángel Aguirre Rivero, becas y una pensión para sacar adelante a sus cuatro nietos y su nuera que quedan en el desamparo total.
Dio a conocer que ante esta situación tiene temor de que la presidenta Elizabeth Gutiérrez, atente contra su familia, por eso optó en adherirse a la Policía Ciudadana de Tierra Colorada, donde encontró cobijo y un poco de paz y tranquilidad.
El cuerpo está siendo velado en su humilde vivienda hecha de madera y lámina de cartón en la colonia San José en la cabecera municipal de Tierra Colorada. Este lunes dos de junio será sepultado alrededor de las diez de la mañana.