¿Arte o negocio? ¡Globos de oro!
“A 54 días de desaparecidos seguimos esperando justicia por los normalistas desaparecidos.”
Después de varias semanas de conmoción e indignación por los acontecimientos de Tlatlaya y Ayotzinapa, una nueva noticia cimbró a la opinión pública. La noticia sobre la mansión en las Lomas de Chapultepec propiedad de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, la llamada Casa Blanca, revela la forma de entender y ejercer el poder de quienes hoy gobiernan, y su negativa a conducirse bajo los más mínimos estándares de ética pública. Los hechos muestran a una clase gobernante que ha perdido el piso, y que lejos está, siquiera, de comprender que para gobernar de verdad se requiere no sólo tener autoridad formal sino moral.
Uno de los primeros logros del gobierno de Peña Nieto al arranque fue lograr cambiar la narrativa que sobre México se tenía en el exterior. Pasamos del México visto como un Estado fallido al México salvado por un gobierno que se veía eficaz y capaz de sentar a trabajar a los políticos de oposición a trabajar por un mejor país. Leímos sobre el momento mexicano y vimos premios y reconocimientos para los principales colaboradores del Presidente.
Hoy es evidente lo volátil que es la narrativa. Las primeras planas y las principales notas internacionales hablan de México de nueva cuenta como el país de los muertos, desaparecidos y la corrupción. La gota que derramó el vaso ha sido Ayotzinapa, pero elementos para completar las notas hay… y de sobra. No es sólo la violencia y la inseguridad, pues ahí están las complicaciones económicas, la revocación de la licitación del tren México-Querétaro y la noticia sobre la Casa Blanca de Angélica Rivera, la primera dama, para hacer mucho más completo el panorama internacional que pinta a México muy mal de nuevo.
Y de manera relevante y en un tono que me imagino que debe tener preocupado a Los Pinos, la gran interrogante que leemos en la prensa internacional es sobre la capacidad de Peña Nieto y su equipo para
resolver la situación. Imagino que fue seguramente Televisa los de la idea que Angelica Rivera saliera a defenderse, que pena que piensen que los mexicanos no nos damos cuenta de las mentiras que expreso la Primera Dama. Sigue fallando la estrategia en los Pinos.
Yo en su lugar, hubiera empezado por lo más fácil de controlar y hacer frente: enviando un mensaje claro de que la corrupción y el amiguismo no tienen cabida en este gobierno. Ahora resulta que en la declaración de bienes del Sr. Presidente Peña Nieto que hizo pública ayer, resulta que su esposa es más rica que él. Ironías de la política o un pésimo manejo de la crisis por la que está pasando el Gobierno de peña Nieto.
Ante la crisis de gobernabilidad y la creciente falta de confianza en las instituciones democráticas que vive México; ante la desesperación y la desesperanza de millones de mexicanos por las condiciones de desigualdad, inseguridad y falta de acceso a la justicia, lo mínimo que esperamos de nuestro Presidente es una vasta explicación, y de las autoridades una investigación que deslinde las responsabilidades legales correspondientes.
La sociedad y todo el país espera explicaciones más concisas y precisas sobre los asuntos que conciernen las responsabilidades del Gobierno Federal, esperamos que resuelvan el caso de Ayotzinapa, caiga quien caiga. Al igual que el escándalo de corrupción de la llamada Casa Blanca y el procesamiento de los militares asesinos en Tlataya. Si no puede resolver esto, que se vayan a su casa por ineptos.
ES CUANTO.