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México y Brasil, donde más asesinan a personas trans de Latinoamérica
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de febrero de 2016.- La estrategia del Gobierno de Veracruz en los casos de los 19 periodistas asesinados, en lo que va del sexenio del gobernador Javier Duarte, ha sido la criminalización o relación con el crimen organizado, en la mayoría de los casos.
A unos meses de que Duarte deje el cargo, su periodo fue de 2010 y termina en 2016 tras suplir a Fidel Herrera, el estado se convirtió en el más peligroso para ejercer el periodismo, por lo que varios comunicadores han decidido abandonar sus hogares y radicar en otras ciudades o entidades.
De acuerdo con el ex director de Artículo 19 para México y Centroamérica, Darío Ramírez, una de las formas más fáciles para la justicia veracruzana es de montar una diligencia mal fundamentada, relacionar al reportero con un grupo criminal o que era blanco de alguna de estas bandas.
“La situación en Veracruz nos deja algo muy claro, que la justicia no se aplica en específico para esclarecer casos, no reparte justicia adecuada y no castiga a los que son responsables, es decir, que si es una situación que pueda incomodar directamente al gobierno del señor Javier Duarte, este responde.
“Resulta muy extraño que en los casos de periodistas, la mayoría son o están relacionados con el narcotráfico, que tenían un nexo directo o eran perseguidos por estas bandas, mientras que si hay un tiroteo entre sicarios o un asalto, las investigaciones se agotan o se mantienen abiertas”, dijo Ramírez.
Aseguró que con el asesinato de Anabel Flores a inicios de febrero de este año, está por alcanzarse la mayor cifra de periodistas asesinados en un sólo estado de la República mexicana, lo que dejaría en malos términos de seguridad a Veracruz.
Según el último reporte de Artículo 19 sobre el 2015, quien registra todas las anomalías, quejas, amenazas y muertes de los comunicadores en México, se manejó un total de 18, sin contar a Flores, donde se incluyeron a Rubén Espinosa Becerril, fotoperiodista que vivió en Xalapa y se autoexilió en la capital del país por amenazas de muerte y que después fue asesinado en la colonia Narvarte en julio del año pasado.
La nota en Quadratín México.