Los Carrillo y la policía, aliados criminales en Tlacoachistlahuaca

TLACOACHISTLAHUACA, Gro., 01 de agosto de 2014.- En el municipio de Tlacoachistlahuaca, Guerrero, hay un sólo gobierno: el de la familia Carrillo.

En las calles de esta zona indígena, las mujeres cubren su piel morena con huipiles de colores y peinan su cabello con trenzas enroscadas.

Los hombres, de sombrero, huaraches y morral cruzado, salen a la calle “machete en mano”, su principal herramienta de trabajo en el campo.

Allá suenan los corridos de la familia Carrillo, que se consiguen en cualquier puesto de discos pirata, desde el municipio colindante de Ometepec.

Quadratín Guerrero visitó este municipio náhuatl de la región Costa Chica, ubicado en el límite entre Guerrero y Oaxaca.

Este viernes, el ayuntamiento permaneció cerrado y ningún funcionario acudió a trabajar.

“Aquí no hay nadie”, comentó con recelo un policía preventivo, cuando los medios de comunicación llegaron al ayuntamiento.

A dos días del enfrentamiento entre comunitarios y el director de Seguridad Pública, únicamente se contaron dos policías preventivos en la cabecera municipal.

En cambio, la presencia de “halcones” o informantes criminales es permanente.

Ataviados con pantalón de mezclilla, playera tipo polo, gorra, lentes oscuros y mariconera cruzada al frente, hay al menos uno por cuadra.

La presencia de algunas camionetas de lujo contrasta con la pobreza de las viviendas y con la imagen de los hombres humildes, que regresan del campo montados en su burro después de cada jornada, con los huaraches sucios y los pantalones rotos.

Celular en mano, los “halcones” informan, minuto a minuto, cualquier movimiento inusual o presencia de desconocidos, incluyendo la visita de los reporteros.

Violencia en Las Minas

Las Minas es una pequeña comunidad de Tlacoachistlahuaca, con menos de 200 viviendas y una sola calle pavimentada.

Ubicada a 10 minutos de la cabecera municipal, hasta hace unos años esta calurosa localidad de la Costa Chica se caracterizó por su tranquilidad.

Poco a poco, la delincuencia se adentró en el pueblo y comenzaron las muertes, pero nunca acudió la Policía Preventiva y tampoco la Estatal.

Al Ejército nunca recurrieron, porque en varias ocasiones fueron testigos de cómo los militares “convivían” con los sicarios en un restaurante de la cabecera municipal, en encuentros donde abundaba la comida y corría el alcohol.

En abril, los hombres de Las Minas tomaron las armas para defender a sus familias.

Conformaron su propia policía y se adhirieron a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).

El domingo 27 de julio, la delincuencia emprendió la primera acción intimidatoria contra la Policía Comunitaria.

Alrededor de las 9:30 de la mañana, una camioneta roja con tres hombres a bordo ingresó al pueblo y disparó contra Guillermo Pantaleón de Jesús, un comunitario en activo.

Sus compañeros reaccionaron inmediatamente y siguieron a los sicarios hasta Huehuetono, pero no dieron alcance a la camioneta.

Los tres asesinos huyeron hacia la sierra y en su escape no repararon en el hecho de que se adentraban, cada vez más, en territorio comunitario, en los dominios de la CRAC.

Los comunitarios de Las Minas alertaron a sus compañeros de otros pueblos y cuando los sicarios llegaron a La Soledad, municipio de Xochistlahuaca, fueron detenidos inmediatamente y trasladados a la Casa de Justicia de la CRAC en la localidad de Cochoapa, municipio de Ometepec.

El coordinador regional de la CRAC de la Casa de Justicia de Cochoapa, Rolando Romero Benítez, indicó que los detenidos son Isaac Paz Ramírez, Reinaldo Cervantes Hilario y Abel Grandeño Paz.

Indicó que los sometieron a una serie de interrogatorios, en los que revelaron el grupo delictivo al que pertenecen, los nombres de los principales cabecillas, la participación de la Policía Preventiva con los criminales y la ubicación de varias fosas clandestinas.

En su declaración, informaron que se dedican a “levantar personas y asesinarlas, por órdenes de la familia Carrillo y del director de Seguridad Pública de Tlacoachistlahuaca, Miguel Gutiérrez Carbajal”.

Los presuntos sicarios revelaron que están bajo las órdenes de Vicente Carrillo Jiménez, Hugo Jiménez Carrillo y un sujeto apodado “El Peri”, de quién no revelaron su identidad.

También dieron la ubicación de una fosa clandestina con varios cuerpos, en una huerta ubicada en el Cerro del Granizo.

La tarde del martes 29 de julio, los sicarios llevaron a los comunitarios al punto exacto de la fosa, pero con poca luz del sol, optaron por iniciar las labores de excavación al día siguiente.

Cuando los comunitarios regresaron a primera hora del miércoles, encontraron la fosa vacía.

Ante esta situación, detuvieron al dueño de la huerta, Raymundo Feliciano Ramírez, quien reveló que participó en la exhumación de los cadáveres.

Relató que “El Peri” lo obligó a el y a sus hijos, a desenterrar los cuerpos durante la madrugada, bajo las órdenes del director de Seguridad Pública Municipal, Miguel Gutiérrez Carbajal, quien presuntamente participó en los asesinatos.

Ante esta situación, la Casa de Justicia de Cochoapa giró una orden de aprehensión contra el funcionario.

Los policías comunitarios implementaron un operativo con 70 elementos para detenerlo y acudieron a su casa, pero no lo encontraron.

Después fueron a su oficina, en el ayuntamiento de Tlacoachistlahuaca, pero tampoco lo hallaron.

Lo esperaron durante varios minutos hasta que llegó, pero antes de detenerlo, Gutiérrez Carbajal trató de negociar con los comunitarios.

Ante la negativa de los coordinadores de la CRAC, el director de Seguridad Pública sacó su arma y disparó contra el comandante de la comunitaria, Evencio Parral Morga.

Los comunitarios respondieron a la agresión e hirieron al funcionario; posteriormente lo levantaron y lo llevaron a Cochoapa, para que recibiera la atención de un médico particular. Gutiérrez Carbajal no resistió y murió en el camino.

La policía al servicio de los Carrillo

En entrevista, el coordinador regional de Autoridades Comunitarias de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Eliseo Villar Castillo, sostuvo que el director de Seguridad Pública de Tlacoachistlahuaca se resistió al arresto y disparó contra los comunitarios, porque estaba consciente de la magnitud de sus delitos.

De acuerdo a Villar Castillo, no solamente hay elementos para inculpar al director de Seguridad Pública, sino también al subdirector y a varios elementos de la Policía Preventiva.

“Es todo el equipo, las investigaciones indican que toda la Policía Preventiva está infiltrada por la delincuencia que controla la familia Carrillo”, expresó.

Agregó: “Desde hace varios años hay mucho desorden en Tlacoachistlahuaca, están las extorsiones, los secuestros, homicidios. Ahora tenemos a los autores, a quienes han participado en todo eso y están dando datos reales”.

El coordinador regional de la CRAC informó que los comunitarios se coordinarán con el gobierno del estado, para realizar las investigaciones y operativos de manera coordinada.

Más fosas clandestinas

Los interrogatorios a los tres sicarios llevaron a la detención de otras tres personas, de quienes la CRAC no informó su identidad.

Los detenidos revelaron la ubicación de otra fosa clandestina, ahora en el rancho de Vicente Carrillo.

Indicaron que en dicha fosa están los cuerpos de al menos cinco michoacanos, asesinados por el ahora extinto director de Seguridad Pública Municipal.

Eliseo Villar Castillo informó que excavarán la fosa del rancho de Vicente Carrillo, con la participación de las autoridades ministeriales.

Dijo que la localización de estos cuerpos servirá para demostrar la participación del extinto funcionario, con el grupo delictivo que dirige la familia Carrillo.

Corridos pesados

En las calles de Ometepec y Tlacoachistlahuaca suenan los corridos de la familia Carrillo.

El más famoso, quizá, es el Corrido de Hugo Carrillo, que a la letra dice: “Voy a cantar un corrido a toditos mis amigos, en el pueblo de Tlacoachis mataron a Hugo Carrillo, en el año 2009, tal vez ya era su destino”.

La tarde del miércoles 2 de diciembre de 2009, un comando armado ejecutó a cuatro hombres en Tlacoachistlahuaca, entre ellos Hugo Carrillo Salmerón, primo del entonces alcalde priísta, Osvaldo Salmerón.

Los hombres fueron acribillados en un punto conocido como “Campo de Aviación”, lugar donde se realizan carreras de caballos durante la feria del pueblo.

A Hugo Carrillo se le conocía por su afición a las peleas de gallo, era organizador del palenque de gallos y las carreras de caballos que se realizan durante la Feria de la Inmaculada Concepción.

“Era un dos de diciembre, ya la fiesta se acercaba, los juegos y las carreras lo que Hugo organizaba, para alegrar a su pueblo y la gente que llegaba”, relata el corrido de Hugo Carrillo.

“A las 10 de la mañana pues él no se imaginaba, sonaron los R15, también los cuernos cantaban, mataban a Hugo Carrillo con un balazo en la espalda”, cuenta la canción.

Su afición por los gallos y los caballos también fue capturada por el corrido: “A Hugo siempre le gustaron las carreras de caballo y con su hermano Vicente, en las jugadas de gallo, pero el día que lo mataron lo agarraron desarmado”.

Incluso se mencionan detalles de su sepelio: “Fueron Los Clavos del Norte los que en su muerte tocaron, hasta llevarlo al panteón a donde lo sepultaron, con corridos muy pesados, los que a Hugo le gustaron”.

En el corrido hacen mención de Vicente Carrillo, hermano de Hugo, dueño del rancho en el que presuntamente hay una fosa clandestina con varios michoacanos ejecutados y presunto dirigente del grupo delictivo que opera en Ometepec y Tlacoachistlahuaca.

Acusados de homicidio

El 31 de julio, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) inició una averiguación previa contra la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), por los delitos de homicidio, privación ilegal de la libertad y robo de armamento.

El arresto al que se resistió el director de Seguridad Pública por parte de la Policía Comunitaria y que terminó con su muerte, trajo un nuevo problema a la CRAC, que durante el periodo del gobernador Ángel Aguirre Rivero ha sufrido de varios golpes contra sus coordinadores, para derribar este sistema de seguridad y justicia.

La PGJE envió un boletín a los medios de comunicación, en el que indicaba lo siguiente: “Un grupo de aproximadamente 60 hombres armados integrantes de la CRAC, irrumpieron de manera violenta en la Dirección de Seguridad Pública y privaron de la libertad al director Miguel Gutiérrez Carbajal, quien opuso resistencia a los agresores y fue lesionado por proyectil de arma de fuego en el tórax, para posteriormente ser trasladado a la Casa de Justicia del poblado de Cochoapa, además de que dicho grupo se apoderó de 3 armas cortas y cinco armas largas de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, propiedad del municipio”.

El boletín indica que el personal de actuaciones, con el apoyo de elementos del Ejército Mexicano y la Policía Estatal, acudieron a la Casa de Justicia, donde no encontraron a ningún integrante de la CRAC.

Afuera localizaron una camioneta, en cuya batea estaba el cuerpo sin vida de Miguel Gutiérrez Carbajal, el cual fue trasladado al Servicio Médico Forense de Acapulco.

“No nos vamos a esconder”

Este viernes 1 de agosto, el coordinador regional de Autoridades Comunitarias de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Eliseo Villar Castillo, acudió a la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común con sede en Ometepec.

Lo acompañaron 10 de los 70 policías comunitarios que participaron en el operativo para detener al director de Seguridad Pública de Tlacoachistlahuaca.

“El Ministerio Público nos pidió la declaración de los compañeros que participaron en el operativo y no vamos a huir, tampoco vamos a callar la verdad. Como representantes de la casa matriz vamos a respaldar estos hechos, no podemos permitir que esto siga pasando a nuestros hermanos indígenas”, sentenció.

Reconoció que existe la posibilidad de que la PGJE detenga a comunitarios,npero sostuvo que sería “injustamente”.

Por ello, dijo, presentarán todas las pruebas para demostrar la participación que tenía el extinto funcionario con el cártel de la familia Carrillo.

Comentó que la mañana del jueves 31 de julio buscó un acercamiento con el procurador Iñaki Blanco Cabrera, con el secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo y con Ernesto Aguirre, asesor del gobernador.

“Tuvimos una mesa de trabajo, hubo acuerdos, están los compromisos, de ahora en adelante nos tenemos que coordinar para todos los operativos e investigaciones que viene, para no caer en confrontación”, explicó Villar Castillo.

Sobre los seis detenidos que actualmente mantienen en la Casa de Justicia de Cochoapa, indicó que convocarán a una asamblea regional para determinar si los entregan a las autoridades o los someten al proceso de reeducación.

Actualmente la CRAC tiene presencia en 24 municipios de las regiones Costa Chica y Montaña, entre ellos San Luis Acatlán, Malinaltepec, Iliatenco, Cochoapa El Grande, Metlatonoc, Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca, Igualapa, Ometepec, Cuajinicuilapa, Azoyú, Marquelia, Ayutla, Cuautepec y Copala.

La Policía Comunitaria cuenta con poco más de mil 200 elementos, distribuidos en los diferentes municipios.