En el juego
Tixtla y RTG, del apagón social al analógico
A unos días de que se lleve a cabo la elección extraordinaria en el municipio de Tixtla los ánimos se calientan y se ha desatado una guerra de acusaciones mediáticas mutuas y sin pruebas entre las principales fuerzas políticas.
El PRD acusa intromisiones del gobierno federal y el estatal que se antojan desesperadas y sin fundamentos.
En un estado donde el PRI es gobierno en la mayor parte de los municipios, perder o ganar Tixtla no es tan importante en comparación con el hecho de que en el gobierno de Héctor Astudillo se lleve a cabo esa jornada electoral en orden y paz, como fue su slogan de campaña.
Eso le reditúa más al gobernador porque sumaría otro logro. Hay varias señales de que el clima político y social se va tranquilizando. Una de éstas es que por primera vez en varios años un gobernador pudo presidir, y en calma, el desfile por el aniversario de la revolución en la capital del estado; otra, que la ocupación hotelera en los destinos turísticos de Guerrero haya repuntado.
El año pasado la ocupación hotelera fue baja por las movilizaciones generadas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Este año, en particular el último mes, las movilizaciones sociales han disminuido y han sido menos aparatosas y violentas, ya que a la par de que la Policía del Estado y la Federal han intervenido en algunos casos, desde la Secretaría de Gobierno a cargo de Florencio Salazar Adame se ha observado mucha actividad de operadores políticos.
A César Flores Maldonado, por ejemplo, se le ha visto sosteniendo un diálogo permanente con organizaciones caracterizadas por su conflictividad, mismas que se han mantenido en calma, como es el caso del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (CECOP).
Recalentar el ambiente político-social en Tixtla, donde se suspendió la elección del 7 de julio pasado, sería un retroceso para los avances que se tienen hasta el momento y dudo que Héctor Astudillo esté interesado en generar inconformidades. No le veo sentido. Si hay pruebas ya deberían haberse presentado ante las autoridades electorales, lo cual, aún no ha sucedido.
EL APAGÓN
A poco más de un mes para que por Ley se lleve a cabo el apagón analógico en todo el país, en Guerrero no hay la más mínima idea de qué sucederá.
El año pasado el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Eduardo Rodríguez Abreu, dijo que a partir de enero se comenzaría a entregar televisores gratuitos a los guerrerenses de escasos recursos para hacer frente a este cambio tecnológico.
En junio del presente año el delegado dijo que se entregarían 700 mil televisores en Guerrero.
El caso es que para principios de noviembre apenas se habían entregado 35 mil 290 aparatos en los municipios de Pedro Ascencio Alquisiras, Pilcaya, Buenavista de Cuellar, Taxco de Alarcón y párale de contar.
Las principales televisoras comerciales como Televisa y TV Azteca ya migraron a tecnología digital y están listas para dar el paso. La pregunta es si Radio y Televisión de Guerrero (RTG) podrá darlo ante la desatención presupuestal que tuvo en el anterior gobierno.
Esperemos que ante esta situación no sólo el Ejecutivo del estado, sino también los diputados apoyen bien a la televisora oficial que dirige el periodista Bismarck Villanueva Bracho, pues requerirá no solamente de nueva tecnología, sino de ampliar sus instalaciones, sobre todo el estudio de televisión, para poder realizar la migración. No existe vuelta atrás, es una disposición constitucional.