Teléfono rojo
Etiquetar a una persona como de derecha por el hecho de ser rica, es como catalogar a una persona como de izquierda solamente por ser pobre. De tal suerte que no podría haber perredistas ricos, ni panistas pobres. Nada más alejado de la realidad y del conocimiento de los paradigmas que rigen ambas ideologías.
Hijo de prósperos industriales Federico Engels fue el patrocinador de su gran amigo Carlos Marx, padre del comunismo, de la misma manera que el multimillonario inversionista de Wall Street, George Soros, lo es de muchos movimientos actuales de la izquierda mundial.
De hecho la propiedad colectiva y la propiedad privada han dejado de ser un punto del debate entre derecha e izquierda, sobre todo en países como México, donde vale la pena preguntarse:
¿Los gobernadores, alcaldes, diputados y dirigentes del PRD son pobres? ¿Los colonos que militan en el PAN son ricos? ¿Si la cúpula perredista obviamente tiene mayores ingresos y oportunidades que el resto de los mexicanos, ya no es de izquierda? ¿Si los panistas que habitan en cinturones de miseria enfrentan menores posibilidades económicas que éstos, no son de derecha? ¿Puede hablarse en México de un voto de clase cuando la misma izquierda habla de que los más pobres votan por el PRI?
El politólogo Giovanni Sartori señala el cambio, la oposición al status quo como una diferencia entre ambas ideologías. George Lakoff, autor de la Teoría de los marcos de sentido, cataloga como a la derecha como el padre estricto (autoritario, represor), y a la izquierda como el padre comprensivo (tolerante, indulgente).
¿Ha sido así la izquierda en sus bastiones como lo fue el estado de Guerrero? La respuesta es no.
¿Qué cambios hubo con los gobiernos del PRD en el estado? ¿No hubo corrupción, no hubo persecución y represión a los movimientos sociales? ¿No estuvieron encabezados por millonarios?
¿No murieron dos normalistas y un empleado de una gasolinera en Chilpancingo durante la represión a una protesta? ¿No desaparecieron 43 estudiantes más en Iguala?
Valdría la pena que el PRD que se pregona como dueño de la izquierda en Guerrero, comenzara por definir qué entiende por esa ideología, ya que se ha distinguido como un partido “atrapatodo”, con el pragmatismo que eso conlleva.