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CHILPANCINGO, Gro., 5 de junio de 2014.- La presidenta de la mesa directiva del Congreso local, María Verónica Muñoz Parra indicó que cada año mueren en Guerrero 720 personas por enfermedades asociadas al consumo del tabaco.
La legisladora emitió un mensaje en tribuna con motivo del Día Mundial Contra el Tabaco, que se celebró el 31 de mayo.
Detalló que Guerrero se ubica en la media nacional y ocupa el lugar 16 en enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Muñoz Parra puntualizó que las ciudades de Acapulco, Chilpancingo e Iguala son las de mayor incidencia en la entidad.
“En nuestra entidad mueren dos personas diariamente por enfermedades asociadas al tabaco, 60 por mes y 720 al año”, indicó la diputada priísta.
Por ello, llamó a los tres niveles de gobierno a fomentar políticas públicas enfocadas a reducir este problema social.
Subrayó que el consumo del tabaco es la principal epidemia a la que se enfrenta la comunidad sanitaria, ya que se enfrentan a la “oposición agresiva” de una industria cuyos productos causan la muerte.
Puntualizó que cada año mueren en el mundo alrededor de cinco millones de personas por consumir tabaco.
Otras 600 mil personas mueren por exposición al humo ambiental, lo que conocemos como fumadores pasivos
De acuerdo a las estadísticas presentadas por la diputada, en nuestro país existen 17.7 millones de fumadores y se alcanzan 60 mil defunciones por año.
Indicó que 29 de cada 100 muertes en nuestro país se deben a enfermedades relacionadas con el tabaco.
Muñoz Parra detalló que la población adulta gasta en promedio seis días de salario mínimo al mes en el consumo de cigarrillos; el 12 por ciento de estos fumadores son niños y adolescentes.
La legisladora puntualizó que en México las enfermedades más frecuentes por el consumo de tabaco son el cáncer de pulmón, de bronquios y tráqueas; enfermedades cerebro vasculares, cardiopatía isquémica, enfisema pulmonar y bronquitis crónica
Además de las muertes que provoca el consumo del tabaco, dijo, también obstaculiza el desarrollo y agrava la pobreza.
Explicó: “El tabaco y la pobreza forman un círculo vicioso, ya que los pobres son los que más fuman. Controlar el consumo del tabaco es esencial para el logro de nuestros objetivos de desarrollo. Si no intensificamos nuestros esfuerzos en ese sentido el tabaco podría matar hasta a mil millones de personas en este siglo”.