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ACAPULCO, Gro., 16 de febrero de 2016.- Al intervenir ante el Papa Francisco en Morelia, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, indicó que la visita del pontífice a México alienta la esperanza y anima a la Iglesia a ser más caritativa y solidaria con los pobres.
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, a la que pertenece Ayotzinapa, dirigió un breve mensaje al Papa al final de la misa oficiada para sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en el estadio Venustiano Carranza en Morelia, en su calidad de responsable de la Dimensión de Vida Consagrada de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El religioso franciscano quien apenas el año pasado quedó al frente de la diócesis guerrerense, le agradeció al Papa que haya venido a “amar y acariciar este su pueblo mexicano”.
Rangel Mendoza dijo que con espíritu de misericordia y sentido profético se podrá contribuir a la construcción de un México “más justo, reconciliado y en paz”.
Finalmente, señaló que en la presencia de Francisco, los consagrados de este país sienten la necesidad de ser más misericordiosos e indulgentes.
Rangel Mendoza intentó que el Papa fuera a Iguala, donde propuso que ahí se reuniera con familiares de desaparecidos de todo el país, según ha informado la revista Proceso.
En noviembre, declaró al semanario que incluso ya se había reunido con el pontífice el 7 de octubre, y aunque expresó que no daría detalles de lo que le dijo porque “es estrictamente privado”, agregó que “sólo puedo decir que está bien consciente de lo que sucede en Guerrero”.
Asimismo dijo entonces que “el Papa, quien siempre ha estado a favor de las causas imposibles, estaría dispuesto a tener un encuentro con esas víctimas”.
No obstante, el Papa ni visitó Iguala ni se ha reunido con familiares de las víctimas de la violencia durante su visita a México.