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CHILPANCINGO, Gro., 19 de noviembre de 2014.- En el Estado de Guerrero operan 10 organizaciones criminales, las cuales tienen presencia permanente en al menos 65 de los 81 municipios de la entidad, pero hasta el momento el Gobierno sólo ha buscado minar la capacidad operativa del grupo conocido como los Guerreros Unidos, mientras que las nueve organizaciones restantes no han visto trastocadas sus operaciones en la entidad.
Según un reportaje especial de Animal Político, el mapa criminal de Guerrero se ha modificado de forma importante, en muy poco tiempo. En el año 2005, había dos grupos que operaban de forma permanente en dicha entidad (mismos que llevaban una relación cordial), el primero era el Cártel de Sinaloa, que tenía presencia en el estado a través de los hermanos Beltrán Leyva, y el otro era la organización de los Díaz Parada. Estas organizaciones se dedicaban predominantemente a la siembra de mariguana y adormidera en las zonas serranas de Guerrero, aunque el Cártel de Sinaloa también utilizaba la entidad para recibir embarques de cocaína provenientes de Colombia y para la venta de droga al menudeo en la zona de Acapulco.
A finales del 2005, el Cártel del Golfo empieza incursionar en la entidad a través de su (entonces) brazo armado los Zetas, lo cual provocó un aumento en los niveles de violencia de varias regiones del estado, en especial, en Acapulco. Aunque la posición de los mismos nunca logró ser sólida, durante varios años tuvieron una presencia esporádica en la entidad, aunque al día de hoy, ni el Cártel del Golfo, ni los Zetas, tienen presencia regular en el estado de Guerrero.
En el 2007 se dio el arribo de la Familia Michoacana a la entidad, la cual comenzó a tener presencia ocasional en las zonas de la Costa Grande y Tierra Caliente. En muy poco tiempo dicha presencia se hizo más frecuente, al grado que en el año 2008 la Familia Michoacana ya dominaba todo el occidente de Guerrero y una parte importante del norte y el centro de la entidad, coexistiendo así con las células del Cártel de Sinaloa, con quienes mantenían una alianza.
Este dominio compartido entre el Cártel de Sinaloa y la Familia Michoacana se vio trastocado a finales del 2008, cuando los hermanos Beltrán Leyva deciden independizarse, y como una de sus plazas más fuertes era Guerrero, éstos se quedaron con la mayor parte de la estructura que tenía el Cártel de Sinaloa en la entidad, con excepción de algunas células que operaban en los municipios de Petatlán, Técpan de Galeana y Acapulco.
Tras la captura de varios miembros clave de la organización Beltrán Leyva a finales del 2009 y principios del 2010 trastocó la estructura de dicho grupo criminal. Primero se dividió en dos grandes bloques a partir de la captura de Arturo Beltrán Leyva; uno quedó bajo el control de Édgar Valdez Villarreal “La Barbie” y el otro al mando de Héctor Beltrán Leyva y Sergio Villarreal Barragán, pero como al poco tiempo fueron capturados Édgar Valdez y Sergio Villarreal, sus respectivos grupos se volvieron a fragmentar en 14 organizaciones, de las cuales, 6 siguen teniendo presencia en Guerrero: los Rojos, los Ardillos, los Granados, la Barredora, los Guerreros Unidos y el Cártel Independiente de Acapulco.
Estas escisiones de la organización de los Beltrán Leyva comenzaron a pelear entre sí por los territorios que antes controlaba la organización que les dio origen. A pesar de que la lucha por el control de los municipios de Guerrero continúa, ninguna ha logrado imponerse a las demás; de hecho, muchas de ellas han optado por concentrar sus fuerzas en un número reducido de municipios, por ejemplo, los Ardillos operan en la zona circundante al municipio de Tixtla y los Granados operan en los municipios aledaños a Técpan de Galeana.
El proceso de descomposición de las organizaciones criminales en Guerrero, también alcanzó a la Familia Michoacana, ya que en el año 2011, dicho grupo criminal se divide en dos organizaciones, una de ellas conserva el nombre de la Familia Michoacana y la otra, se hace llamar Caballeros Templarios. Ésto provocó, que el territorio que ocupaba la organización original, se fraccionara en dos porciones irregulares, la parte cercana al Estado de Michoacán, que abarca toda la Costa Grande hasta la ciudad de Zihuatanejo, además de la región de Tierra Caliente, se quedó en manos de los Caballeros Templarios, mientras que la zona que colinda con el Estado de México y Morelos, quedó bajo el control de lo que se sigue denominando como la Familia Michoacana. Aunque en los siguientes años, ambos grupos criminales han incursionado en los territorios de sus otrora socios, ésto con el fin de arrebatarle los territorios al rival.
A lo anterior, hay que sumar la reciente entrada al estado del Cártel Jalisco Nueva Generación. Desde el año 2012, dicha organización criminal había tenido incursiones esporádicas a Guerrero, pero hasta este año, se dio un intento formal por arrebatarle a los Caballeros Templarios sus bastiones en las regiones de Tierra Caliente y la Costa Grande. Para ello, el Cártel Jalisco Nueva Generación formó una alianza con la organización de los Granados y con algunas células ligadas al ex alcalde de Petatlán, Rogaciano Alba[3], el cual ha sido asociado del Cártel de Sinaloa, desde hace varios años.
A manera de resumen, la actual disposición de las organizaciones criminales que operan en Guerrero es la siguiente: los Rojos son el grupo criminal que tiene presencia en un mayor número de municipios, con 37 demarcaciones, le sigue en importancia la Familia Michoacana con 31 municipios, Guerreros Unidos opera en 30 municipios, la cuarta organización en cuanto a cobertura territorial es Caballeros Templarios con 18 municipios, la Barredora tiene presencia en 10 municipios, el Cártel Jalisco Nueva Generación está presente en 10 municipios, por su parte, el Cártel Independiente de Acapulco opera en 10 municipios, los Ardillos lo hacen en 8 municipios, los Granados tienen cobertura en 6 municipios y por último, el Cártel de Sinaloa tiene presencia en 2 municipios (aunque tiene nexos con la Barredora, lo cual le permite operar en la zona de la Costa Chica a través de dicha organización).
Como se podrá haber observado en los párrafos precedentes, la disposición territorial del crimen organizado es bastante compleja, ya que los territorios de las organizaciones criminales se traslapan entre sí. Por ejemplo, en 47 de los 81 municipios de la entidad, opera más de un grupo criminal e incluso, hay 11 municipios en donde conviven de forma regular 4 o más organizaciones criminales, los cuales se mencionan a continuación: Ajuchitlán del Progreso, Chilpancingo, Coyuca de Catalán, General Heliodoro Castillo, La Unión de Isidoro Montes de Oca, Petatlán, Pungarabato, San Miguel Totolapan, Técpan de Galeana, Zihuatanejo y Zirándaro.
El hecho de que haya tantas organizaciones coexistiendo en varios municipios ha propiciado una serie de enfrentamientos entre bandas criminales, mismos que explican la mayor parte de los homicidios violentos en Guerrero.
Checa el reportaje completo en: http://ow.ly/ExUoP