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MÉXICO, DF, 5 de diciembre del 2014.- A 70 días de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y luego del llamado de Peña Nieto a superar el dolor y seguir adelante… Quadratín México hace un recuento de las declaraciones del presidente de México al respecto.
Fueron pocas las palabras del presidente Enrique Peña Nieto luego de lo ocurrido el 26 de septiembre pasado, cuando estudiantes de la Normal de Ayotzinapa fueron atacados por policías municipales de Iguala y Cocula. 43 alumnos desaparecieron y a partir de ese momento, según la versión oficial, poco se sabe aún de su paradero.
Y así, en un inquietante silencio pasaron tres días y con ello la modificación en la agenda presidencial ya que se esperaba la visita del mandatario mexicano a Guerrero el lunes 29 de septiembre, pero bajo el argumento de malas condiciones climatológicas, Peña Nieto canceló las actividades que tenía programadas en el estado.
El martes 30 de septiembre, luego de encabezar en el municipio de Coacalco, Estado de México, la inauguración de una autopista, sin hacer referencia al caso durante su discurso. Al término y sin entrar en detalles afirmó que las áreas correspondientes estaban a cargo de la investigación.
“Es algo muy lamentable lo que ha ocurrido, es un hecho que merece toda investigación a fondo y a profundidad, para verdaderamente deslindar responsables y saber quiénes fueron los responsables de lo ocurrido, emprender las acciones y aplicar la ley. La Secretaria de Gobernación está muy pendiente y atenta, primero a que la autoridad de Guerrero asuma su responsabilidad”, destacó.
11 días después de la desaparición de los jóvenes, el 7 de octubre, el presidente habló por primera vez de manera oficial desde Palacio Nacional, sobre lo ocurrido en Iguala.
“Me encuentro profundamente indignado y consternado ante la información que ha venido dando. Lamento la violencia que se ha dado y sobre todo que sean estudiantes los que han resultado afectados y violentados en sus derechos”, comentó.
Durante este mensaje, Peña Nieto advirtió que no habrá impunidad en el caso e instruyó a su Gabinete de Seguridad a llevar a cabo una profunda investigación.
Con el paso de los días, el caso Ayotzinapa se convirtió en el tema principal en medios de comunicación nacionales e internacionales. La indignación generó la unión de la sociedad en apoyo a los padres, familiares y amigos de los normalistas, quienes salieron a las calles de todo el país y fuera de él, para unirse a la petición de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Esto provocó que el jefe del Ejecutivo hiciera declaraciones prácticamente diarias del tema, donde mostró su reprobación ante los hechos, su solidaridad con los familiares y reafirmó el compromiso del Gobierno Federal por conocer la verdad de lo ocurrido y castigar a los responsables.
Para el 23 de octubre y bajo un ambiente de tensión, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, anunció su separación del cargo. Cuatro días después, Enrique Peña Nieto recibió en Los Pinos al gobernador sustituto de la entidad, Rogelio Ortega Martínez, a quien ofreció todo el respaldo federal para su gobierno.
“Los guerrerenses de ninguna manera se pueden sentir solos. Por el contrario, ante estos hechos lamentables creo que es momento de redoblar el paso, de actuar con gran firmeza, con gran determinación, con genuino compromiso para impulsar el desarrollo de Guerrero”, señaló.
Fue así como el 29 de octubre, Peña Nieto recibió a los padres de los normalistas en la Residencia Oficial de Los Pinos y luego de seis horas de este encuentro, el mandatario Federal ofreció un mensaje ante los medios de comunicación y destacó que escuchó a los familiares, quienes compartieron su pena y dolor.
“El Gobierno les acompaña, se solidariza con ellos, asume por igual la indignación y consternación que estos hechos no sólo han causado en ellos como familias, sino en la sociedad mexicana. El presidente de la República, por igual, está indignado ante estos hechos y recogí también la gran impaciencia que hay, porque las averiguaciones que se vienen realizando, muy pronto nos permitan determinar el paradero y ampliar la búsqueda, para encontrar a los estudiantes hoy desaparecidos”, recalcó.
El 4 de noviembre y durante de la presentación de la Iniciativa de Reforma a la Ley de Obras Públicas y Servicios, el presidente Peña Nieto, expresó su reconocimiento a las instituciones de procuración y de seguridad del Estado Mexicano, ante la detención en la capital mexicana, del ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, autores intelectuales de la muerte de seis personas y de la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa en Guerrero.
Como ya había ocurrido, los discursos del presidente se direccionaron al Caso Iguala: los avances en las investigaciones, llegar hasta las últimas consecuencias, y castigar a todos los responsables, y que el Gobierno de la República seguiría actuando con decisión y firmeza contra el crimen organizado para hacer justicia.
Ante estas declaraciones la sociedad reaccionó con continuas manifestaciones para hacer notar que la Nación estaba en duelo por lo sucedido. Sin hacerse esperar, las demandas de justicia llegaron también del exterior. En ese escenario llegó la gira de trabajo del mandatario mexicano por China y Australia, ante críticas, reclamos, decepción, desesperanza y enojo.
Un antes y un después en la administración presidencial
Peña Nieto decidió cumplir con el compromiso diplomático y como nunca antes, desde la escala en Alaska el 8 de noviembre, tras seis horas de vuelo, condenó los hechos violentos registrados en el Zócalo de la ciudad de México y en otras regiones del país, por parte de quienes, escudándose en la exigencia de justicia, causaron daños en inmuebles, como fueron Palacio Nacional, en la capital del país, así como Palacio de Gobierno y Congreso de Guerrero.
“Los mexicanos decimos ‘no a la violencia’. Decimos ‘sí a la justicia, al orden, a la armonía, a la tranquilidad’; decimos ‘sí a la aplicación de la justicia ante estos hechos atroces y abominables’. Es inaceptable que alguien pretenda utilizar esta tragedia para justificar su violencia. No se puede exigir justicia actuando con violencia”, puntualizó.
A su regreso y al encabezar la ceremonia de entrega de ascensos y condecoraciones a integrantes de las Fuerzas Armadas, en el marco del aniversario de la Revolución Mexicana, el mandatario federal enfatizó nuevamente el “no a la violencia”, al tiempo de reconocer que “México está dolido”.
“Sociedad y gobierno rechazamos categóricamente cualquier intento por provocarla o alentarla. México, es cierto, está dolido, pero el único camino para aliviar este dolor es la paz y la justicia, lo que los mexicanos demandan es que la ley se cumpla”, recalcó.
Tras el incremento de las manifestaciones que iniciaban de manera pacíficas y terminaban con actos de violencia, Peña Nieto condenó a quienes “secuestran y están interesados en atentar contra la libertad fundamental del derecho a manifestarse”. También reconoció que con razón y urgencia los mexicanos exigen que la ley se cumpla, pues están hartos de sentirse vulnerables, cansados de la impunidad y de la delincuencia.
Luego de evitar el tema de la seguridad por casi dos años en sus discursos y a dos meses de la desaparición de los normalistas, el presidente de México reconoció que los hechos ocurridos en Iguala han exhibido que México tiene rezagos que superar.
Desde el Palacio Nacional, el primer mandatario subrayó que los hechos de violencia exigen redoblar los esfuerzos para lograr la vigencia plena del Estado de Derecho.
“Nuestro país se ha estremecido ante la crueldad y la barbarie. El grito de ‘Todos somos Ayotzinapa’ demuestra ese dolor colectivo. El grito de ‘Todos somos Ayotzinapa’ es ejemplo de que somos una Nación que se une y se solidariza en momentos de dificultad. El grito de ‘Todos somos Ayotzinapa’ es un llamado a seguir transformando a México”, enfatizó.
Así llego diciembre y con ello la primera visita de Peña a Guerrero, desde lo ocurrido en Iguala, y ante la aún desaparición de 43 estudiantes. En esta oportunidad y ante los guerrerenses, el mandatario mexicano aseguró que éste hecho marca un hito en la historia del país y ha dado pauta para hacer una revisión de las instituciones, por ello los convocó a superar el dolor y seguir adelante.
“Sin duda lo ocurrido va a generar un hito, va a marcar un momento y va a permitir la construcción de mejores instituciones. Pero quiero convocarles para que con su capacidad, con su compromiso con el estado, con su comunidad, con sus propias familias, hagamos realmente un esfuerzo colectivo para su vayamos hacia adelante y podamos realmente superar este momento de dolor”, llamó.
De esta forma es como el Gobierno de México ha manejado el tema de los estudiantes desaparecidos, un hecho que marca un antes y un después en la administración del presidente Enrique Peña Nieto.