Choque deja una lesionada en el entronque a Ixtapa
IGUALA, Gro., 5 de enero de 2014.- Después de que integrantes de un grupo armada, irrumpieran en las instalaciones del Cereso, ubicado en Tuxpan, Iguala, el hecho reveló las condiciones infrahumanas en la que reos se encuentran; según el diagnóstico de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), de los 101 penales que hay en el país, la igualteca es una de las 65 prisiones que tiene autogobierno además del hacinamiento, es calificado por el organismo con un 4.53 por las condiciones de gobernabilidad.
Sólo con entrar al penal se pueden observar las condiciones en las que viven los presos; en diminutos cuartos donde apenas cabe una persona y con escasa ventilación. En las noches la pestilencia de las letrinas sale y recorre, las pequeñas celdas hasta espantar el sueño, “sueño que ya no se puede recuperar”, dice uno de los internos.
“Es una cárcel muy antigua, son galeras alargadas y en su interior ha subdividido tanto los espacios que las celdas son tan pequeñas que tiene que salir uno para que pueda entrar el otro además del calor que se siente por las noches”, explicó el familiar de un procesado.
El último registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de octubre pasado, ubicaba a Guerrero con una sobrepoblación de 61 por ciento.
Fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) señalaron que el comando armado ingresó al penal para atacar al grupo contrario que se encuentra en la prisión y que controla la plaza en esa zona.
Tras el incidente, policías estatales ingresaron al penal para revisar las celdas y a los reos, a quienes sacaron al patio donde les pidieron formar hileras tirados en el piso.
Por su parte, peritos de la PGJE permanecen en dentro para continuar con las diligencias ministeriales. “La Procuraduría de Justicia continuará con las investigaciones hasta esclarecer los hechos, sin omitir considerar el involucramiento de servidores públicos, ya sea por omisión o participación”, manifestó la dependencia en un comunicado.
Los internos abatidos fueron identificados como Ismael Ocampo Álvarez, “La Naila”, preso por delitos contra la salud; Epifanio Adame Romero, de 27 años; Miguel Ángel Martínez, de 24 años, ambos presos por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, y Jesús Leonardo Díaz Martínez, de 26 años, preso por el delito de secuestro.
Versiones extraoficiales señalan que el grupo armado ingresó para ejecutar a La Naila, quien presumiblemente tenía el control del penal, aunque la PGJE de Guerrero no confirmó esa posibilidad. A pesar de que en la irrupción del comando se utilizaron armas de alto calibre, el gobierno del estado no ha solicitado a la Procuraduría General de Justicia que atraiga el caso, así lo informó La Jornada Guerrero.