
Avanza Inter de Milán a las semifinales de la Champions League
RECIFE, Brasil., 22 de junio de 2014.- El Tricolor se aisló de la afición que lo esperaba a la llegada a su hotel de concentración en Recife a diferencia del acercamiento que tuvo con los fanáticos en Fortaleza, previo al juego con Brasil.
De acuerdo con información publicada en Medio Tiempo, cerca de 300 aficionados se congregaron en la entrada principal del Mar Hotel, ubicada en la Rua Barao de Souza Leao, en Praia Boa Viagem, en donde por hora y media aguardaron el arribo del autobús del equipo mexicano, sin embargo nunca llegó.
Alertado por la presencia de la afición en el lugar, el convoy de la escuadra azteca tomó un rumbo distinto y se metió por una puerta alterna del hotel para evitar cualquier contacto con el público.
Con gritos de “Oooooribeee Peraaaaltaaaa”, o entonando el “Cielito Lindo” y “El Rey”, los entusiasmados seguidores del Tri se quedaron con las ganas de entregarle su apoyo al cuadro dirigido por Miguel Herrera.
El ruido de las sirenas de patrullas, el sobrevuelo de un helicóptero de la policía brasileña, además del orden que trataban de poner en la calle miembros del ejército, hacían pensar que el Tricolor estaba muy cerca de su destino. Y era cierto, lo único con lo que no contaba el público es que se fuera por otro lado y no pudieran observar el ingreso de los jugadores y Cuerpo Técnico al hotel.
Los únicos que ingresaron por el acceso principal fueron el Presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán, y los utileros del Tri, en automóviles separados.
El domingo, el equipo mexicano hará el reconocimiento de cancha de la Arena Pernambuco de esta localidad y tendrá el último entrenamiento antes de enfrentar a la Selección de Croacia en busca del pase a los Octavos de Final de la Copa del Mundo 2014, dentro del Grupo A.