México ante su mayor amenaza
¿Gana el “gandalla” #LordMeLaPelas?
En la delegación Miguel Hidalgo reina su majestad la impunidad. En barrios pobres y colonias ricas, las violaciones a la ley son comunes y corrientes. Funcionarios prepotentes, empresarios, “guaruras” y vecinos “gandallas” hacen de las suyas sin temor alguno.
Con el hartazgo a flor de piel, cayó en blandito la enjundia y protagonismo de Arne aus Den Ruthen Haag. El City Manager de apellido impronunciable, armado de celular con Periscope se convirtió en estrella de la tuitocracia, una especie de Chapulín Colorado empeñado en ventanear y castigar a los abusivos de grueso calibre.
Con tal afán justiciero, Arne transmitió en vivo y en directo el nacimiento de #LordMelaPelas, y días después, la venganza del susodicho a través de la “calentadita” que le propinaron sus “gorilas”, rompiéndole el “océano” y robándole el celular.
Hasta entonces nadie cuestionó al City Manager (cargo inexistente por cierto) cuya misión era impecable y sus métodos muy populares; se aplaudió el arrojo y decisión del funcionario por tratar de meter orden al desorden.
Pero resulta que quien ostenta un cargo público no puede andar por la vida sin límites ni normas. A diferencia de los ciudadanos de a pie, los funcionarios solo pueden hacer aquello que la ley les permite, y en el caso de Arne, no existe ordenamiento que sustente la exhibición pública de ningún infractor por despreciable que parezca.
El periscopeo por parte de servidores públicos es ilegal y peligroso. Viola el derecho a la privacidad y estigmatiza a quienes resultan exhibidos. En pocas palabras convierte a infractores en víctimas y a autoridades en responsables de abuso de poder.
Una poderosa herramienta tecnológica puede convertirse en instrumento de linchamiento en la volátil república de las redes sociales. Aparecer en el ciberespacio la etiqueta de infractor puede generar daño irreparable a la imagen de las personas, y si la exhibición procede de una autoridad, es violatoria de los derechos humanos.
Existe una nebulosa sobre las aplicaciones jurídicas del Periscope. El tema ha de debatirse, toda vez que el avance de la tecnología, va por delante de las leyes, pero Mientras no se modifique la norma, Arne o cualquier otro funcionario justiciero no puede “airear” faltas de urbanidad y civismo, ni siquiera las del “intocable” Raúl Libién Santiago, merecidamente bautizado como#LordMeLaPelas.
EL MONJE JUSTO: Xóchitl Gálvez dice que el uso del Periscope transparenta y documenta los actos de autoridad. Pero una cosa es documentar y otra muy distinta “ventanear”.
@JoseCardenas1 | [email protected] | www.josecardenas.com