Choque deja una lesionada en el entronque a Ixtapa
MORELIA, Mich., 23 de marzo de 2019.- Han transcurrido ya 25 años del último magnicidio de la historia de México: el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas, sin embargo, aún persiste la duda ¿Quién lo mató y si hubo otros Mario Aburto? Incluso el hijo del desaparecido candidato ha dejado entrever que también duda.
En una era donde lo que decía la Presidencia de la República era la verdad absoluta, no existían redes sociales y la telefonía móvil era solo para algunos privilegiados, la detención, proceso y sentencia del michoacano Mario Aburto Martínez no fue cuestionada ni causa de debate en relación a las marcadas diferencias entre los detenidos y el sentenciado.
Sobre la muerte del candidato priísta a la Presidencia han circulado infinidad de versiones que incluyen un supuesto complot y homicidio orquestado por parte del propio Estado Mexicano, encarnado entonces por Carlos Salinas de Gortari, presidente de la República y cuñado del propio Luis Donaldo.
Según lo dicho por Mario Aburto a sus padres, y filtrado a los medios de comunicación, en su proceso hubo irregularidades: él y otros dos más se vieron implicados; el principal sospechoso para Mario Aburto es Ernesto Rubio Mendoza, quien trabajaba para el agente federal Javier Loza Cruz, hermano del subdedelegado de la Policía Federal Raúl Loza Parra, coqueteando con ello con la posibilidad de una celada de Estado; relación que nunca fue motivo de investigación o sospecha de las autoridades.
Apuntalan la hipótesis de Mario Aburto una serie de fotografías de los tres implicados; una, la del hombre detenido aquella fatídica tarde en Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California; supuesto autor material del magnicidio.
Después, el que presentó la entonces Procuraduría General de la República (PGR), a los medios; un sujeto parecido al verdadero Mario Aburto, pero varios años más grande, rostro más delgado y con bigote.
Finalmente, el Mario Aburto que se hizo popular, de 23 años, y confinado a prisión preventiva oficiosa por 45 años; del que no se sabe nada, porque ni a sus familiares se les ha permitido volver a verlo.
A lo largo del proceso solo se conoce una confesión de Mario Aburto; el 16 de septiembre recreó el asesinato, pero en el que aseguró se trató de un accidente, no de un homicidio planeado. Declaraciones de las que ahora se retracta, como declaró su familia a El Universal, ya que según lo hizo bajo amenaza.
La nota en Quadratín Michoacán.