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ACAPULCO, Gro., 9 de septiembre de 2021.- Decenas de vecinos de la unidad habitacional Cantaluna, ubicada entre las comunidades de Pedregoso y San Isidro, viven fuera de sus departamentos luego de que el terremoto del martes dejó cientos de viviendas con severos daños a pesar de que apenas tienen siete años de haberse construido.
Desde el miércoles los habitantes denunciaron a través de redes sociales que este en este conjunto habitacional hay varias casas con fisuras dentro y fuera de los edificios, por lo que urgieron a las autoridades de Protección Civil, acudir a una revisión.
En un recorrido hecho por Quadratín, se constataron algunas de las irregularidades de las viviendas, como grietas que dividen las áreas de lavado con las casas; la magnitud de cada una de estas es variada pero el temor de los habitantes es el mismo.
Desde el martes, los habitantes duermen afuera y otros por temor decidieron desalojar para mudarse.
José Benigno Tumalán Velázquez, presidente de los condominios de la etapa cuatro, indicó que las viviendas tipo villa, que son las que cuentan con dos niveles, son las que presentan mayor afectación y “como somos una planta baja, se pone en riesgo al departamento de en medio, de arriba”, por lo que dijo que están preocupados de un segundo fuerte temblor.
Señaló que los vecinos optaron por permanecer fuera de ellos e instalaron carpas con sillas y hasta tiendas de campaña para dormir y evitar ser víctimas humanas en caso de que las réplicas que persisten provoquen que se desplomen las viviendas.
“Ayer vino (la alcaldes) Adela Román, dijo que iba a traer colchonetas, carpas, despensa, pero hasta momento no ha llegado nada, sólo llegaron dos colchonetas, vino el secretario de Urbanización, vino Protección Civil y dice que las casas están habitables pero, yo te digo a ti, ya viste las imágenes, te metiste a mi departamento, ¿te da confianza meterte?”, expresó.
Recordó que los vecinos ya habían presentado irregularidades por mala construcción, por parte del desarrollo inmobiliario encargado de la construcción Casas Paquiné, ya que entre estas está, la falta de una red de agua potable, lo que los obliga a adquirir el servicio a través de pipas que ellos compran.
“Tenemos un seguro, pero ese seguro implica sólo resanar las grietas, entonces, nadie acepta ese seguro”, comentó, por lo que dijo que los habitantes piden que la empresa se haga responsable, y así puedan dejar sus casas, ya que además temen que sean saqueadas y vandalizadas al irse a otros lugares.