
El nuevo (des)orden mundial
Mensaje a los parásitos de la pandemia
“¡Ya déjense de mamadas! Esto es en serio” dice un cartulina colocada en la Central de Abasto de CDMX como un grito desesperado a los suicidas irresponsables que andan incrédulos y valientes buscando la muerte en las calles.
El mensaje también puede aplicar a juristas y al grupo de regidores de la comuna acapulqueña que reaccionaron con la Ley en la mano, como si hubiera auténtico Estado de derecho en el puerto, a la propuesta del Hoy no circula anunciado por la presidenta Adela Román Ocampo.
Señores y señoras estamos en una emergencia sanitaria mundial con un alto costo de vidas, no cobrado de esa manera nunca antes por un fenómeno de este tipo en el globo terráqueo. Una emergencia, una situación especial temporal que muestra la fragilidad de la vida humana aún con los hilos de la ciencia en las manos en un tiempo que había decretado la ausencia de Dios. Sí: “EMERGENCIA SANITARIA”.
La expresión en su contenido es tan evidente, tan sabida que resulta trivial, apodíctica o técnicamente un truismo, como una verdad de perogrullo y, por lo tanto una perogrullada.
Como no es momento de debates innecesarios, de jugar a las vencidas, de llevar agua al molino político de cada quien, del color del partido que sea, aunque sea el mismo, lo que procede es que los miembros de la comuna, a la altura de las circunstancias, si lo que falta es legalidad, deberían reunirse ipsofacto y aprobar la medida anunciada por la alcaldesa que tiene coherencia y ayudar al esfuerzo colectivo que hace la mayoría de acapulqueños conscientes que desde hace más de cuarenta días han reducido su movilidad o de plano, se mantienen encerrados.
Así que el adjetivo para la acción “autoritaria” de la presidenta que si transita entre legalidad o la ilegalidad es superflua.
En todo caso, el llamado al encierro también es ilegal, pero antes de ser una medida coercitiva es un llamado a la seguridad de la población, de la persona, a la verdad o firmeza de lo que piensa o siente, para convencerlos de que es lo mejor para cada quien, para la manada y la comunidad.
No es el momento de evidenciar el perfil autoritario de la alcaldesa o su gusto por tomar decisiones en corto, con sus amigos, familiares o lo que sea.
Se trata de limitar la movilidad de suicidas irresponsables que piensan que son los viejos muros del Fuerte de San Diego y que aquí permanecerán por los siglos de los siglos y que se puede retar a la muerte por una promoción comercial del 2×1 de una pizza, un día de playa, para festejar a los reyes del hogar o a la madrecita santa.
Más irresponsable e inmoral que el llamado Hoy no circula es que estos dizque representantes populares llegados al poder por la casualidad, más que por una ideología o compromiso social por un cambio hacia los más desprotegidos, se hayan negado a bajarse el salario o canalizar ese recurso que reciben para supuestas gestorías, 140 mil pesos mensuales cada uno, por ejemplo, para la compra de mascarillas médicas, caretas sanitarias y entregarlas a los menesterosos hospitales públicos.
Sí, con el dinero mensual para gestoría social de tan sólo 10 regidores se podría comprar un ventilador mecánico para una cama de hospital tan necesario y salvarse varias vidas. Con el dinero de todos estos parásitos se podrían comprar tal vez cinco. Pero…
Si el cielo acapulqueño continúa así como hoy, gris por la contaminación, pienso que será necesario la aplicación del Hoy no circula después de la pandemia, al menos en temporadas altas, y al mismo tiempo considerar otras acciones que detengan el acelerado deterioro ambiental de nuestra principal mercancía: el aire y nuestras aguas. Entre ellas, sacar de circulación a vehículos particulares y del servicio público que ya no pasan una revisión.
Así que señores regidores a trabajar y a quitarle la llamada “ilegalidad” a la propuesta de la alcaldesa. Ah… y no olviden la reducción de sus asignaciones de dinero público, que si no es ilegal, es inmoral.
Déjense de argucias legaloides que la pandemia y su creación, la enfermedad y la muerte, aunque haya suicidas irresponsables que la retan igual que lo hacen los criminales con armas de alto poder, no se anda con “jaladas” como dice la cartulina colocada en la Central de Abasto. Es en serio y aún nos falta todo el mes de mayo. ¡Ánimo!