Teléfono rojo
Un informe con tintes electorales o de cómo el PRI, sin embargo, se mueve
Las cosas como son. Después del paso del tsunami AMLO por Guerrero el año pasado, dejando desarticulada, maltrecha, la hegemonía priísta-perredista, que no es lo mismo pero es igual, no se habían visto tantos filotricolores juntos.
Esto se pudo ver ayer en uno de los salones del Foro Mundo Imperial, lugar de los eventos políticos oficiales. Estamos aquí en los terrenos de la derecha que exalta los valores del neoliberalismo y construye estatuas para sus próceres.
El salón atiborrado, tal vez un poco menos de 3 mil personas, la mayoría seguidores del senador Manuel Añorve Baños, provenientes de los suburbios de la ciudad, pero también de la clase media acapulqueña que alguna vez estuvo pegada a la chichi gubernamental.
Un acarreo discreto que no se atreve decir su nombre trajo hasta aquí a los añorvistas de todo el estado que en la pasada elección dieron un poco más de 300 mil votos al priísta para alcanzar un asiento en el senado dentro de la hecatombe provocado por el amlismo.
Mucha prensa, propietarios de nombres y columnas distinguidas de la capital del estado, se dieron cita aquí, vendedores de palabras y silencios.
Es el primer informe del senador priísta que alguna vez acuñó la frase “chaparrito pero cabrón”, que más allá de la masa concentrada es el mensaje que lanzó el anfitrión en esta lucha rumbo a julio 2021 y donde Añorve Baños ha levantado la mano y se coloca en primera fila en la que otros esperan, hacen su juego, calculan, hacen cuentas como la lechera, en un proceso electoral que en prospectiva, en su mejor escenario, no les da ni 20 por ciento de los votos totales.
No se ve un PRI diferente, es el PRI mismo. El viejo partido que enseña músculo mediático mostrando su capacidad de concertación y habilidad política, donde entre los invitados brillan por su ausencia los auténticos y sanforizados de Morena.
De ese color, ratifica amistad con el guerrerense, vía video mensaje, el senador Ricardo Monreal, acusado por sus adversarios de llevar en las venas y el corazón sangre tricolor. Una ausencia inexplicable es la del ex alcalde acapulqueño por el PRD, y ahora senador morenista, el camaleónico Félix Salgado Macenodio, quien había confirmado su presencia, dijeron los organizadores.
Y como en el teatro, se escucha en el sonido ambiental: tercera llamada… ¡tercera llamada! Como homenaje de lunes en la escuelita, himno nacional. No podía faltar. Con escolta y banda de guerra de escuela oficial de nombre Bicentenario de Mexico.
Al final este grueso grupo de patriotas, que según el gobierno federal actual, saquearon el país y transformaron al Estado en un elefante adiposo, reumático, gritaron al unísono: ¡Viva a México! Una voz en segundo plano gritó ¡Viva el PRI! Nadie secundó la arenga.
No, no son tiempos electorales. Pero los priístas, sin embargo, se mueven. Y este evento tiene tintes electorales que catapultan a Añorve Baños como el candidato del PRI al gobierno de Guerrero, que enfrentará a la aplanadora color granate.
Cobijado por los suyos, vemos en primera fila a un amplio grupo que va del conservadurismo panista, pasando por el ecologismo de plástico, el nacionalismo priísta, hasta el oportunismo, los negocios combinados por la política, hasta el izquierdismo super ligth… y políticos que arribaron por esta actividad al cielo fifí.
En primer orden, el gobernador del estado Hector Astudillo, quien sostiene el tinglado de estos actores en la escena local y que tomó la palabra al final para exaltar al senador, el trabajo de su amigo.
A su lado, el dirigente de “el partido” fuera del gobierno, Alejandro Moreno “Alito”, que al tomar la palabra dejó una ausencia de liderazgo en el auditorio. Su voz atiplada, su almidonamiento, hizo que los mismos presentes añoraran al viejo PRI. También allí el diputado René Juarez Cisneros, que en plena elección interna les dijo a sus compañeros de partido “hay les dejo el cascajo”.
La empresaria panista favorecida con recursos públicos para migrantes, la senadora Josefina Vázquez Mota; el senador panista Mauricio Kuri; el súper ligth perredista Miguel Ángel Mancera; el verde Manuel Velasco; Beatriz Paredes, exaltando el trabajo de Añorve. El coordinador en el senado de los priistas, Miguel Ángel Osorio Ochong, “el chino”, que aparte de los elogios al gobernador y Añorve, expresó su vena opositora y se fue contra las supuestas acciones del gobierno federal que atentan contra “nuestro desarrollo”, la cancelación del aeropuerto y de los fondos para la promoción del turismo. Lo que no dijo, lo que no explicó al público informado es la otra verdad, el pozo de la corrupción que esto representó.
A nivel local todos los priístas que están en el actual gobierno estatal, incluso, algunos candidateables como Mario Moreno o Javier Taja. Todos, hasta parecía un acto de Estado. Allí también estaba Ruben Figueroa Alcocer.
Quien llamó la atención fue el flamante cónsul de la 4T en la dorada California, el añorvista Efrén Leyva Acevedo, en su tinta, con los suyos. Y que por unos días dejó el paraíso de la representación consular para bajar al infierno que hizo su partido, el PRI.
Hasta el final del protocolo, ya que se habían ido los invitados principales, Añorve Baños salió a saludar de mano, abrazos, selfies, por la puerta principal a los suyos, centenas de seguidores que le han acompañado desde la Presidencia Municipal en Acapulco.
Un informe con tintes electorales, bien organizado, que confirma que el PRI, a pesar del tsunami, sin embargo se mueve. No se sabe a donde va a llegar, sólo se mueve, que está vivo, aunque sigue en terapia intensiva. Las cosas como son.