Teléfono rojo
Mar de corrupción en Joyas de Brisamar
Desde hace ocho años la plaga y la peste de la corrupción, como un revire, como una especie de “sopa de su propio chocolate” ha golpeado a los colonos del fraccionamiento Joyas Brisamar, la mayoría nuevos ricos, funcionarios de los tres órdenes de gobierno, que a través de una campaña abierta piden cuentas y la destitución de su presidente, el empresario Carlos Reyes Paris, a quien acusan de corrupción y de dañar su patrimonio y calidad de vida.
Las acusaciones contra el empresario gasolinero, funcionario público del zeferinismo, candidato a presidente municipal por el partido de la ex lideresa del SNTE, acusada también de corrupción, han salido de las murallas de este exclusivo fraccionamiento. Al menos 10 lonas penden de balcones y muros de las residencias propiedad de este selecto grupo humano, siempre favorecido por los negocios y transas gubernamentales, para tomar el culo de los camiones como para que todo Acapulco se entere de lo que ocurre en este lugar, cerca del Parque El Veladero y a un lado de la Costera y del mar.
Haciendo un poco de memoria, la historia cuenta que el fraccionamiento nació de lo mismo que ahora culpan al presidente de la Asociación de Colonos del Fraccionamiento Joyas de Brisamar AC: el pillaje, la corrupción, la complicidad entre intereses empresariales y gubernamentales, para despojar a los ejidatarios de Cumbres de Llano Largo de este filón esmeralda de selva caducifolia y hábitat de especies en peligro de extinción, para entregarlos a funcionarios del gobierno en turno.
Después de aquello fue el gobernador José Francisco Ruiz Massieu quién consuma el despojo contra los ejidatarios al iniciar el desarrollo inmobiliario del lugar al construir 20 residencias que regaló a su más selecto grupo de funcionarios y el resto se lo vendió al empresario Eliuth González.
De ahí pa’l real, cada seis años, o cada cuatro, según el orden de gobierno, aparecen nuevos miembros en las reuniones de la Asociación de Colonos. El último que pidió su afiliación fue el alcalde Evodio Aguirre Velázquez, quién como nuevo buen vecino les ofreció las perlas de la Virgen a los asociados “sin que hasta la fecha cumpla”, se quejan los inconformes.
Fue una publicidad sin abajo firmantes contra Carlos Reyes Paris, colocada en el culo de dos de cuatro camiones urbanos de Acapulco contratados previamente a la empresa propiedad de Joaquín Salgado –los otros dos, no obstante de haber sido pagados por adelantado por los colonos disidentes, nunca fueron puestos en circulación y fue cancelada la publicidad sin mayor explicación– lo que me llevó al asunto.
Mi muro de Facebook, que contenía la foto del trasero del autobús, se llenó de comentarios contra mí, por el contenido del texto. Ratifiqué que los usuarios de esta plataforma no saben leer o entienden lo que quieren entender.
Sin embargo, los autores de los comentarios más razonables, aunque temerosos, hicieron contacto conmigo vía inbox y me comprometí a seguir el asunto para evitar las sospechas de una probable parcialidad sobre el tema.
No dejaron de informarme que el tema representaba peligros por los intereses que tocan y porque quienes han denunciado el asunto han recibido presiones, hostigamiento y demandas legales. Uno de ellos me dijo “ya no voy tranquilo al cine… tengo miedo que me den un balazo”.
La mayoría tiene demandas judiciales a través del abogado del empresario gasolinero, que cobra 125 mil pesos de honorarios, que se pagan con recursos de la Asociación, mientras a la empresa Jobamex, que da servicios de seguridad al fraccionamiento, se le adeuda una cantidad similar.
En un recorrido por el exclusivo lugar donde viven muchos hombres y mujeres conocidos en la vida, social y política del puerto, se pudo ver pendones con leyendas que exigen la destitución de Reyes Paris, tal vez hechos por algunos de los 120 colonos que piden la salida del empresario que además, dicen, ya no vive ahí.
El fraccionamiento tiene un total de 430 colonos, la mayoría pasivos que no se interesan por lo que ocurre ahí. De ellos sólo 20 asistieron a la reunión donde el actual presidente obtuvo su reelección frente a la Asociación.
Fue esta acción la que derramó la paciencia de los disidentes, quienes comenzaron a tocar los tambores de guerra y que les permitió “conocernos a quienes desde hace 30 años vivimos aquí sin que nos habláramos. Entrábamos y salíamos de nuestra casa sin saber quién era nuestro vecino”.
Con evidente deterioro en el pavimento de las calles de la colonia, con sorna, aseguran que la avenida donde vive el nuevo avecindado, el más popular, el actual alcalde Acapulco, se llama “Campo de golf”, porque está lleno de hoyos.
Dicen los colonos mientras señalan una mole de cemento y cristal, que también es vecino de este exclusivo pedacito de cielo el ex regidor y ex secretario del Ayuntamiento durante la administración de Manuel Añorve, Vicente Trujillo, quién construyó un edificio de condominios de casi 10 pisos, violando todas las normas del reglamento de construcción del fraccionamiento, igual que decenas de edificaciones más, autorizadas con la complicidad del dirigente de la Asociación y de las autoridades.
Los disidentes muestran residencias que obstruyen los cauces pluviales, bardas fuera de lugar, invasión de banquetas, construcción de accesos ilegales, condominios que no cuentan con el número de cajones estipulados y que fueron autorizados presuntamente por la vía del cochupo, el soborno, la corrupción.
Incluso, presumen que Reyes Paris obtuvo siete millones de pesos para dejar de oponerse a la construcción del Macrotúnel.
Otra obra que viola los reglamentos de construcción, afirman, son seis torres condominales, de seis pisos cada una, propiedad de los hermanos empresarios y políticos, Javier y Ricardo Taja, director de CICAEG y diputado federal del PRI, respectivamente. Edificaciones que además provocarán hacinamiento y falta de servicios en la zona.
Sin embargo, lo que prende las luces rojas sobre el deterioro ambiental en esa zona protegida y que llama la atención de los ricos colonos del fraccionamiento y que debería convocar la alarma de la ciudadanía porteña, es la pretensión de arrebatar otras hectáreas más al área boscosa y protegida del parque nacional El Veladero para continuar la construcción de condominios.
Esto hizo que el pasado 29 de junio la mesa directiva de la 61 Legislatura del Congreso del Estado emitiera un exhorto dirigido al delegado de la Semarnat en Guerrero y al presidente municipal de Acapulco Evodio Velázquez Aguirre, a cumplir con la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable para que “por ningún motivo se permita o gestione el cambio en el uso de suelo en la superficie perteneciente al Parque Nacional El Veladero”. Así las cosas.
Y todo el mar de fondo que hay en este asunto, donde una ola de corrupción nos golpea el rostro, como el anuncio que se pasea por las principales calles del puerto, en el chimeco culo de dos camiones.