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Trasladan vía aérea a Chilpancingo a un paciente de Tlapa
ACAPULCO, Gro., 21 de septiembre de 2022.- La joven Mirella García Hernández de 24 años denunció presunta negligencia médica contra trabajadores del hospital Vicente Guerrero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) porque debido a la atención tardía su hijo nació muerto.
En conferencia de prensa en los jardines del Centro Cultural Acapulco acusó que la muerte de su bebé fue por no recibir atención a tiempo de forma adecuada.
“No quisieron hacerme la cesárea de emergencia, cuando llegué al hospital mi bebé todavía tenía signos vitales, cuando me hicieron el ultrasonido a las 6:30 de la mañana ya estaba muerto, todavía me obligaron a tenerlo por parto tres horas después”, declaró.
Relató, mostrando documentos, que el pasado 13 de septiembre a las 5:30 horas, llegó al hospital con dolores intensos de abdomen y expulsaba líquido verde por la vagina.
Sin embargo acusó que los médicos se negaron a practicarle una cesárea, a pesar de que escuchó comentarios entre ellos de que por el seguimiento a su condición debían practicarle una.
García Hernández recordó que después de hacer un ultrasonido, su bebé registraba 151 latidos por minuto, pero al realizarle un nuevo estudio, una hora después, el corazón del pequeño no latía.
Aún así acusó de que los médicos la hicieron esperar cuatro horas a que tuviera su bebé, ya sin vida, mediante un parto.
Señaló que existían antecedentes para que le fuera practicada una cesárea y no esperar a la semana 40 de gestación, pues estuvo internada tres meses al principio de su embarazo, al haber recibido un dictamen de embarazo de alto riesgo.
En seguimiento después del primer trimestre, acudía cada semana al médico, y fue dada de alta para dar lugar a revisiones de la semana 38 y 39, cuando ya presentaba dolores.
Recordó que sufrió las mismas complicaciones con su primera hija, de ahí la recomendación de un seguimiento puntual.
Asimismo informó que en la semana 34 de este segundo embarazo, a su bebé le detectaron una malformación llamada ectasia pielica de riñón izquierdo fetal, que fue pasada por alto.
Su esposo César Jared Reus Pérez pidió la intervención del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y acusó que los directivos del hospital se negaron a plasmar la verdadera causa del fallecimiento del bebé en el acta de defunción.