
Teléfono rojo
El Plan Director Urbano y el desarrollo turístico parte 2
Vialidad y estacionamiento
Entre las directrices que establece, hay que rescatar e impulsar algunas que afectan la zona turística como: promover el desarrollo armónico entre la vialidad y los espacios públicos del centro histórico, mediante la separación de movimientos peatonales y vehiculares. Así como la definición de las áreas de estacionamiento y los horarios de transferencia de carga. Construir bahías de ascenso y descenso de pasajeros en vías primarias, para no afectar la circulación vial. Restringir el estacionamiento en vialidades primarias y secundarias para mejorar su capacidad de servicio. Incrementar los niveles de utilización de los estacionamientos existentes, principalmente en la zona centro y a lo largo de la costera Miguel Alemán. Definir las zonas con restricción de tiempo de estacionamiento en la vía pública. Exigir la dotación de espacios mínimos de estacionamiento en nuevas construcciones, particularmente las comerciales. Tenemos que llegar al punto de evitar el estacionamiento en la costera para evitar el congestionamiento vial y prever algo similar para evitar saturaciones futuras en la costera de la zona diamante y en Pie de la Cuesta.
Programas de rescate patrimonial y fisonomía urbana
Aplicarlos permanentemente sobre los que indica el plan: Centro y barrios históricos, playas de la zona tradicional y elementos referenciales como la Quebrada, Sinfonía del Mar, Fuerte de San Diego, el Malecón, la terminal marítima, la Iglesia de la Soledad, la Isla de la Roqueta, la Virgen de los mares, casa Diego Rivera. Acantilados, zona arqueológica de Palma Sola, parque nacional El Veladero, esculturas en la costera. Agregaríamos un programa de reconversión obligatoria apoyada por el gobierno, de hoteles en la zona tradicional al concepto de hoteles boutique.
Otras adiciones al plan
Tiene que modificarse el concepto de ciudad turística ecológica por el de ciudad turística sustentable y demostrarse en el plan, el respeto que le debemos a la naturaleza haciendo obligatorio el rescate y saneamiento permanente de los arroyos y cauces pluviales; la dotación de infraestructura que resuelva las inundaciones en la costera; el mejoramiento y conservación permanente de accesos a playas y plazas turísticas; el rediseño integral de la costera; la recuperación que señalamos antes de calles, vialidades y la zona de restricción; el remozamiento de las áreas verdes con la jardinería, que permita exhibir la riqueza y belleza ornamental de plantas y flores de la región con la estrategia de conservación correspondiente; la instalación de señalética adecuada para la preservación del patrimonio turístico y aprender a respetar y apreciar la flora, así como a disfrutar y conocer mejor las especies o hechos históricos del lugar; el reordenamiento de las playas con zonificación de espacios para comodidad y seguridad de bañistas y actividades de recreación, esparcimiento y espectáculos públicos, con mejor equipamiento y programas para conservación de la calidad, con el objetivo de obtener certificaciones internacionales; hay que modificar el deprimente espectáculo actual de sombrillas y carpas viejas y oxidadas que además de que estorban el paso de los usuarios, atentan contra el paisaje, la salud y el ambiente que debería ser si no vanguardista, por lo menos natural de nuestras maravillosas playas. Se debe incluir una nueva imagen empezando por unas dignas puertas de la ciudad que otorguen una espectacular bienvenida y despedida. También de la mayor importancia implementar un programa que garantice el mantenimiento en óptimas condiciones de toda la zona turística con criterios de sustentabilidad, en la misma forma que lo realiza FONATUR en los centros integralmente planeados. Desde luego, incluir las propuestas que hicimos en los temas de imagen urbana, vialidad y estacionamientos, así como la conversión de hoteles de la zona tradicional al concepto de hoteles boutique.
La nueva ciudad turística sostenible debe basar su desarrollo en políticas que se establezcan en el plan, relacionadas con el mantenimiento de nuestros bosques, parques naturales terrestres y marinos, jardines, ríos, arroyos, lagunas, isla, playas, mar, acantilados; es decir, fomentar la cultura del respeto y la sustentabilidad de todos nuestros recursos naturales. Recordando que los bosques y el mar son los reguladores naturales y limpiadores atmosféricos que controlan el clima del mundo, se debe obligar a la implementación de programas de reforestación, limpieza del mar y de todos nuestros atractivos de manera permanente. Además, el uso de ecotecnología o energía producida por fuentes naturales como la eólica, la solar y el saneamiento por medio de la floculación iónica, por citar algunos ejemplos novedosos para nosotros pero que ya han adoptado otras ciudades en el mundo desde hace mucho tiempo, como la hipoteca verde en la ciudad de México. Aportemos con una nueva política nuestro urgente grano de arena a la lucha por la reversión del cambio climático.
Este ha sido el sueño pero nadie lo ha podido aterrizar. Para eso primero necesitamos un mejor plan de vuelo en el que podamos consignar nuestros anhelos. Ojalá puedan considerar esto los expertos que elaboran el nuevo plan director urbano de la zona metropolitana de Acapulco de Juárez, el destino turístico principal de Guerrero y de México.
Para los amigos lectores que quieran opinar al respecto y agregar propuestas, estoy a la espera de sus comentarios en el correo [email protected]