Choque deja una lesionada en el entronque a Ixtapa
CIUDAD DE MÉXICO, 1 de octubre de 2016.- Ante el inclemente sol que cae en el Zócalo capitalino, y las largas horas de espera para ver al músico Roger Waters, el agua se ha convertido en el bien más preciado para quienes acudieron al corazón de la capital a la cita con una de las máximas leyendas del rock mundial.
Como si fuera contrabando, las aguas se encargan a quienes pueden atravesar las vallas, y estos últimos acuden a la esquina de Madero y Plaza de la Constitución por botellas del llamado vital liquido que se venden a 25 las de litro y medio. Cuando las llevan a los asistentes los que alcanzan estallan en jubilo.
Pero entonces es cuando surge la solidaridad y la botella que alguien compró se convierte en la de numerosas personas.
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