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Presenta SEMAIGro programa de respaldo a comunidad migrante
HELIODORO CASTILLO, Gro., 16 de abril de 2019.- Además de la baja en el precio de goma de opio, productores de amapola de comunidades de la Sierra de Guerrero se enfrentan a la falta de apoyo de programas sociales del gobierno federal y a enfermedades, que atribuyen a las constantes fumigaciones aéreas que se llevan a cabo para erradicar los sembradíos.
A consecuencia de ello, hicieron un llamado al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para que les ayude a cambiar la siembra de amapola por otros productos del campo, antes de destruir por completo los últimos plantíos que les quedan.
“Nosotros como ciudadanos solitos nos retiramos de la siembra de enervantes, por sí solos dejaríamos de sembrar, pero queremos respuestas, queremos soluciones y apoyo por parte del gobierno”, expresó Ananías Flores Benítez de la comunidad Renacimiento.
En declaraciones en la localidad Campo Morado, perteneciente a Heliodoro Castillo (Tlacotepec), los campesinos indicaron que el pasado miércoles 10 de abril retuvieron a un grupo de militares para presionar a las autoridades a acudir a la zona y escucharlos, pues están en el abandono total, lo cual se logró.
Una de las exigencias de los pobladores es que se acaben las fumigaciones del Ejército, pues los químicos no sólo terminan con las amapolas sino con cualquier cosa que se cultive, tanto en la tierra como en los ríos.
Indicaron que en la reunión de la semana pasada, acordaron con autoridades que se terminaría la fumigación, o de lo contrario ellos mismos van a tumbar a los helicópteros; sin embargo, el lunes se observó una aeronave sobre la zona, por lo cual amagaron con concretar su advertencia.
El comisario de Campo Morado, Ricardo Alarcón Álvarez, dijo que no están en contra del gobierno ni de la destrucción de enervantes, pero pidió que antes de que se erradiquen los plantíos, primero les den proyectos productivos para sobrevivir.
Artemio Márquez Lucena aseguró que a consecuencia de la fumigación han comenzado a extraer peces con llagas negras y rojas, lo que atribuyen a los líquidos que arrojan, y que se han empezado a presentar casos de cáncer entre los pobladores, como el del señor Agustín Lucena Nájera, quien murió hace unos 15 días de cáncer de colon.
Programas sociales
Los habitantes de esa y otras comunidades expusieron también las afectaciones que han sufrido por la modificación de los programas sociales del gobierno federal.
A pesar de que ya comenzó el reparto del programa de becas a estudiantes, en esa zona ni siquiera fueron a censarlos, denunció Evangelina Dimas González, quien destacó que ha disminuido el interés de las jóvenes por casarse a temprana edad por continuar con sus estudios.
En el caso de los adultos mayores, quienes recibían el pago de su pensión en Campo Morado, ahora tendrían que trasladarse a Atoyac o Chilpancingo para obtenerlo, lo cual se les complica por la avanzada edad de algunos y por lo accidentados de los caminos.
Las mujeres también se quejan por la cancelación del programa Prospera, pues se había convertido en parte de su sustento y apoyo de sus necesidades.
En cuanto al fertilizante, los campesinos consideran complicadas las reglas de operación sumado a que tendrían que ir por lo menos a Tlacotepec a recibirlo, lo que significa un gasto de unos 4 mil pesos de traslado en camionetas rentadas.
Asimismo señalaron que algunos continúan como beneficiarios del programa Procampo, sin embargo ya no les entregan el dinero completo, por lo que hicieron un llamado al gobierno federal a que revise quién les roba el dinero.
“Es preocupante la situación que estamos viviendo en la sierra, es una pobreza que la mera verdad no habíamos vivido, no conocíamos lo que es la pobreza extrema, estamos viendo en estos tiempos, se bajó la amapola de 20 (mil) a cinco (mil) y eso sí nos está lastimando la economía, sobre todo los que tenemos hijos de la escuela. Creo que se aprovechan de la situación para atacarnos más, nos ven como delincuentes y la mera verdad nosotros somos campesinos, no somos delincuentes”, expresó Moisés Don Juan Lucena de Cueva de Guerrero.