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ACAPULCO, Gro., 22 de septiembre de 2023.- La integrante de la organización morelense Unión de Familias Resilientes Buscando a sus Corazones Desaparecidos, Tranquilina Hernández Lagunas lamentó la revictimización que las autoridades mantienen con los buscadores, a pesar de que avanzan y hacen el trabajo que les corresponde en campo, ya que los limitan y los desdeñan.
“El estar peleando con autoridades es desgastante, pero entendemos el dolor y lo que ha pasado aquí con las autoridades, que nos tomen fotos y nos amenacen con procesarnos (…) Nosotros sabemos que están en riesgo latente, porque les estamos destapando sus porquerías y no voy lejos, yo vengo de Morelos, que sabemos que nuestro fiscal está detenido y nos quedamos sin fiscal de Búsqueda de Detenidos. Estamos en la nada, aunque la CEAV a veces nos ayuda con los pasajes, pero lo que nos mueve es el corazón y el interés por encontrar a nuestros familiares”, dijo la madre de Mireya Montiel Hernández, desaparecida el 13 de septiembre de 2014 en Cuernavaca, Morelos.
“Hemos tenido altercados con los agentes policiacos”, denunció y habló en entrevista de los golpes que propinaron agentes de la Fiscalía de Querétaro contra las familias buscadoras la semana pasada, de lo que afirmó, es un patrón común en todas las instituciones que supuestamente son las encargadas de proteger y salvaguardarles.
Mencionó que desde 2016 los buscadores han trabajado con la ayuda de la población para dar con sitios donde podrían encontrar cuerpos enterrados en fosas clandestinas, mediante las páginas de Facebook de las familias que buscan a sus seres queridos.
Del poblado Carabalí, donde los buscadores han encontrado ocho cuerpos en cuatro fosas clandestinas en el Parque Nacional El Veladero, explicó que hubo una denuncia anónima que dio con la primera fosa que hallaron el lunes pasado.
“La basura nos llevó a las fosas. Vimos ramas cortadas (…) La característica de las fosas es tierra a un lado del punto donde hay un ligero hundimiento, porque el volumen de un cuerpo hace que no quepa toda la tierra que sacaron para hacer un agujero, pero el proceso natural de descomposición”, reveló.
Añadió que además, hubo latas de cerveza en uno de los primeros sitios donde hubo cuerpos enterrados, además de ramas cortadas, tierra removida y piedras entre las varillas que utilizan.
Explicó que el comportamiento de la tierra es otro de los indicios que permite dar con fosas clandestinas en terrenos alejados de la mancha urbana, donde son enterrados cuerpos de personas asesinadas.
“Hacemos un pozo de sondeo, que es rascar a una profundidad determinada, meter varilla y oler (…) Si hay un aroma particular, se sigue buscando a mayor profundidad”, contó Hernández Lagunas.
Además de las características particulares de la tierra removida, el olor y basura que los buscadores han aprendido a distinguir entre la maleza, han recibido capacitaciones para conocer la anatomía humana.
“También hemos encontrado huesos expuestos, y debemos saber diferenciarlos de los restos de un animal, porque algunos son muy parecidos. Llevo nueve años buscando a mi bebé. No soy experta, pero lo que sé, trato de enseñarlo y aprendo de los demás”, comentó.
Narró la tortuosa tarea de búsqueda que emprendió cuando su hija desapareció, el viacrucis en dependencias federales y estatales, hasta encontrarse que no era la única que vivía el mismo sufrimiento por omisión de las autoridades.
“Me encontré con los Trujillo, de Michoacán, y ellos ya tenían un chat de enlaces nacionales con familias, colectivos de diferentes estados, de ahí comenzamos las brigadas de búsqueda. Nos vamos conociendo y así como estoy con Soco (Socorro Gil Guzmán), aquí es la cuarta ocasión, voy a Tijuana, a Oaxaca (…) Son los lazos que nos unen, el dolor. Somos familias del corazón y nos aportamos entre nosotros, nos enseñamos lo que hemos aprendido y aprendemos de ellos y de ellas también”, expresó.
Advirtió que la necesidad de encontrar a sus seres queridos es lo que ha movido a cientos de personas a vincularse unas con otras, a solidarizarse en las búsquedas y a continuar en los trabajos a pesar de las transiciones gubernamentales.