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MORELIA, Mich., 26 de abril de 2019.- El final del juego llegó este jueves, tres horas agridulces que llevan al espectador de los aplausos a las risas y de ahí al llanto, en una montaña rusa de emociones con un desarrollo y conclusión sublime que hacen valer la pena 11 años de espera.
Este filme, plagado de guiños para los más acérrimos fanáticos del mundo de Marvel, y atractivo para quienes apenas conocen de los comics, al igual que Infinity War, no es una película más de superhéroes.
Los hermanos Russo nuevamente nos ponen en jaque, saliéndose de las normas acostumbradas en el cine. El filme simplemente no es lo que esperas de una película de humanos con habilidades extraordinarias.
El largometraje en sí es sobre familias, sobre amigos, sobre las posibilidades de que un día esas personas que te han acompañado a lo largo de tu vida sin explicación desaparezcan, se esfumen como polvo, pero no solo tus seres cercanos, sino la mitad de la vida y sus consecuencias.
Los clásicos hablan de un inicio, un climax y un final, pero en esta ocasión Antony y Joseph Russo nos dan tres episodios de una hora cada uno, como si de una serie televisiva se tratara, que van desde resolver los huecos argumentales de la anterior entrega, las dudas que quedaron, pasando por darnos historias a los fanáticos de hueso colorado, hasta la conclusión y el remate que une las 22 películas.
Kevin Feige fue y ha sido el cerebro detrás del éxito que iniciara en 2008 con Iron Man, una fanático de los comics que apostó dicha cinta en un momento en que no se hilaban las historias de las películas de superhéroes, que eran entregas individuales que si acaso se relacionaban con producciones posteriores, pero del mismo personaje.
Fórmula que Feige no siguió y plasmó su visión en aquella escena post créditos donde Nick Fury llega a la casa de Tony Stark y le presentó la Iniciativa Vengadores.
Dichas escenas en medio o al final de los créditos, a veces una y en otras ocasiones dos, unirían los largometrajes individuales hacia los grupales y viceversa, tejiendo una red que en 2019 concluye con una maraña de sentimientos y ganancias superiores a los 10 mil millones de dólares, sin contar la mercadotecnia a su alrededor.
El camino para llegar a Endgame ha dejado a su paso cambios no sólo en las producciones cinematográficas, sino en nuevas concepciones, dejando atrás el acoso hacia los seguidores de las historietas, rompiendo paradigmas y creando también nuevas formas de mercadotecnia, como filtraciones, que los actores incluso desconozcan el guion final, hasta invertir en grabaciones de escenas falsas que aparecerán en los avances manteniendo total hermetismo del producto final hasta el día del estreno.
Sin lugar a dudas una de las mejores sagas solo comparadas con la repercusión que tuvieron La Guerra de las Galaxias, Harry Potter o El Señor de los Anillos, reuniendo a fanáticos de diferentes generaciones y atrayendo a nuevos públicos; no por nada obtuvo un 98 por ciento en la escala de Rotten Tomatoes.
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