
Rommel Pacheco y las señales políticas en la mañanera
Después de que sismos y huracanes azotaran al territorio mexicano, no se puede dejar pasar una fecha importante por el grado de impunidad y corrupción: la del 26 de septiembre de 2014.
De todos es sabido que el Gobierno Federal desde el inicio de las investigaciones sobre los 43 normalistas de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa, desaparecidos y las seis personas asesinadas en la Ciudad de Iguala de la Independencia, inventó la mal llamada “verdad histórica”.
La “verdad histórica”, cayó como un rayo de impunidad en las manos de quienes la crearon, tal como inventaron una supuesta investigación del más “alto nivel” supuestamente para encontrar dicha verdad.
Hoy, la sociedad mexicana reconoce la lucha legítima y genuina de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa por encontrar a sus hijos.
Se han cumplido ya tres años de la desaparición forzada de los jóvenes normalistas, hechos que no sólo conmovieron a los guerrerenses sino a los mexicanos y a la comunidad internacional. Una lucha que emprenden los padres de los 43 a lado de activistas y organismos de defensores de derechos humanos nacionales e internacionales.
Lucha que el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano ha tomado desde un inicio de la Legislatura local de Guerrero, solicitando la creación de la Comisión Especial del Caso Ayotzinapa, la aprobación de la Ley que crea la Comisión de la Verdad para el Caso; rechazada por razones oscuras; impulsando, de igual manera, el decreto de día de duelo estatal cada 26 de septiembre.
No solo se cumplen 3 años de aquella fatídica noche de Iguala, no solo es un aniversario más, se demuestra claramente la complicidad entre autoridades y delincuentes, en el cual la sociedad sufre a cada momento por tener autoridades cómplices, como son policías no certificados, políticos protegidos por el fuero de la impunidad, fiscales como Jesús Murillo Karam, protegido desde las altas esferas del poder o el mismo Tomás Zerón de Lucio quien armó el montaje de la falsa incineración de los normalistas en el basurero de Cocula.
Por ello la lucha decidida y firme de los padres es de reconocerse como una lucha genuina y heroica, así como el papel que tuvo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes el GIEI, Tlachinollan Centro de Derechos Humanos de la Montaña y muchos organismos y personas más.
Para quienes han perdido un ser amado, el dolor es temporal, pero quienes no pueden encontrar a un ser querido el dolor es constante, permanente y continuo; mientras las autoridades se resisten a hacer justicia a las víctimas no solo de los padres de los 43, sino de millones de personas en el país.
Los padres de los 43 normalistas desaparecidos son una representación del dolor y la injusticia que sufren millones de mexicanos, que han sido abrazados por un Estado fallido, un gobierno insensible que pareciera continuar con su oscura “verdad histórica”.
Por eso es importante profundizar en cuatro caminos imprescindibles para la verdad y la justicia en el Caso Ayotzinapa:
Se solicita avanzar en esta línea de investigación hasta su esclarecimiento.
Por eso estás cuatro líneas de investigación deben profundizarse por la Procuraduría General de la República y deben obtener resultados favorables, porque pareciera ser que después de 3 años, lo que único que ha hecho la PGR es impedir las investigaciones, ganar tiempo para un olvido que no llegará, y no encontrar a los estudiantes desaparecidos.