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ACAPULCO, Gro., 24 de enero de 2020.- Bajo un intenso sol, escalando cerros y cargando garrafones con agua, picos, palas y machetes, integrantes del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados de Guerrero buscan fosas clandestinas en los diferentes cerros del puerto.
Este viernes, en el último día de búsqueda de esta semana, aproximadamente 20 integrantes del Colectivo, apoyados por marinos, perros entrenados, trabajadores de la Agencia de Investigación Criminalística (AIC), del Ministerio Público de la Federación (MPF), de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Guerrero y del Ayuntamiento de Acapulco, acudieron a un cerro en la parte alta del Parque Nacional de El Veladero
Aproximadamente 40 personas se concentraron a las 8 de la mañana en la zona naval, para partir rumbo a la colonia Ampliación Simón Bolívar, en la parte alta de la colonia Emiliano Zapata, para después caminar por más de una hora hacia los cerros y buscar fosas clandestinas.
Los fuertes rayos del sol no fueron impedimento para que las personas buscaran restos humanos, incluso los mismos perros entrenados son quienes van abriendo caminos en las estrechas brechas de los cerros.
Durante esta jornada de búsqueda, el Colectivo sólo encontró algunos huesos humanos; hasta el momento se desconoce si son de un hombre o de una mujer, así como de qué parte del cuerpo son, sin embargo eso no importó a los integrantes, pues lo vieron como un gran logro, ya que para ellos se trata de una persona.
Asimismo encontraron credenciales de mujeres estudiantes, lo cual consideraron preocupante, por lo cual decidieron continuar la búsqueda en esa zona las siguientes semanas para ver si hallan más restos humanos.
Los familiares de desaparecidos admitieron que llevan a cabo estas jornadas con temor, incluso esta mañana se toparon una camioneta con individuos, lo cual activó a los marinos, sin embargo finalmente se retiraron.
Contaron que para estas labores ocupan ropa cómoda de manga larga para taparse del sol, sombreros, llevan algunos botes con agua, fruta o galletas para poder aguantar en las horas que permanezcan en los cerros.