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SAN MARCOS, Gro. 15 de enero de 2015.- Entre 150 y 200 ejidatarios de los municipios guerrerenses de San Marcos, Ayutla, Tecoanapa y Florencio Villarreal mantienen bloqueada la carretera federal Acapulco-Pinotepa desde las 12:00 del día, ello en demanda porque se les permita acceder al agua potable disponible en la presa de Revolución Mexicana de El Guineo (cerrada al acceso rural desde el jueves de la semana pasada por propios campesinos).
Los usuarios del Distrito de Riego #5 precisan que sus cultivos de maíz se han visto severamente afectados por la falta de humedad en el marco de las “cabañuelas”, por lo que exigen a las autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se realicen las negociaciones pertinentes para que se reabran las compuertas de la presa a celeridad, ya que de lo contrario, mantendrán una toma indefinida de la Acapulco-Pinotepa.
El caso se remonta al año de 1977, cuando se levantó la presa de El Guineo y una serie de predios en las regiones colindantes (principalmente en el municipio de Ayutla) se inundaron, obligando a los pobladores a reubicarse tras la pérdida de sus hogares y cultivos.
Desde entonces, nativos reclaman a las distintas administraciones la indemnización de sus tierras, no obstante, las manifestaciones se recrudecieron a principios de 2014, cuando finalmente se había llegado a un acuerdo para que se entregaran recursos a los rurales afectados hace más de 30 años (cosa que no ha sucedido).
El reclamo es el pago de 300 mil pesos por hectárea que fue expropiada en la década de 1970 para la construcción de la presa. A la comunidad de Nuevo Tecomulapa (San Marcos) se deben de pagar 134 hectáreas, a La Unión (Ayutla de los Libres) 40 hectáreas, a Colorada (Ayutla de los Libres) 50 hectáreas, a Carabalicito (Tecoanapa) otras 30 hectáreas y a El Porvenir (Florencio Villareal) le corresponden 30 hectáreas.
Posteriormente, fue entrado 2015 cuando se anunció que la presa de El Guineo sería transformada en una central hidroeléctrica, por lo que pobladores de la comunidad de El Carablicito en Tecoanapa decidieron cerrar las compuertas de esta central acuífera ante el temor de ser desplazados nuevamente y afectados por las inundaciones.
En ese sentido, son los mismos rurales quienes han afectado la distribución de agua para los municipios de Ayutla de los Libres, Cruz Grande, San Marcos y el propio municipio de Tecoanapa, sacrificando la temporada de cultivo hasta que la población sea indemnizada y se desista en continuar con las obras de modernización de El Guineo.
Aunque las comunidades guerrerenses cuentan con servicios básicos como escuelas, agua potable y electricidad, las vías de comunicación son difíciles de transitar porque no están pavimentadas. Tampoco confían en los que les han dicho que cuando trabaje la hidroeléctrica no contaminará el río ni afectará la pesca, que es una de las actividades de las que viven los pobladores.
Con información de Uriel Sánchez, El Sur de Acapulco y Novedades Acapulco