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Médula
Por Bárbara Kastelein*
Siguiendo otras iniciativas en La Quebrada, los intrépidos clavadistas ofrecen al público un espectáculo nuevo, que combina una actitud burlona y provocadora sobre la muerte y sus ancestros.
Hoy lunes 31 de octubre, mañana martes en la Noche de Muertos y el miércoles 2 de noviembre, los visitantes podrán presenciar peligrosos clavados especiales con fuego, en una área transformada para recordar a la muerte: ahí, sobre las escaleras que llevan a las terrazas, con cempasúchil, catrinas, una luz morada que baña el acantilado, y una ofrenda grande de colores vivos que rinde honor a los clavadistas muertos.
Aquellos como Raúl Chupetas García, Apolinar Chávez Don Polín, Porfirio Salas, Manuel Flores, Moisés Flores, Eustorgio Tornés, Ernesto Vargas, Benjamín Zamora, José Justo Álvarez, que han contribuido, no sólo a la fama mundial de Acapulco, sino también de México como país. Son Héroes del Pacífico, como lleva por título el libro que estoy terminando de escribir sobre ellos, después de 18 años de investigación, gracias a su apoyo y bienvenida.
Su papel tan influyente nace del hecho de que en los años 50 y 60, los clavadistas eran una de las principales razones por las cuales la bahía y el puerto de Acapulco se hicieron más famosos en el extranjero que el propio México. Por al menos una década, the Acapulco cliff divers fueron el ícono más importante del país, ¡antes que los mariachis, el tequila y las pirámides!
Eso está enfatizado y confirmado por uno de los grandes clavadistas –uno de los últimos de la época de oro del puerto como destino turístico– que lamentablemente falleció el 25 de octubre a la edad de 88 años. Don Moisés García Flores tuvo un papel clave en la fama mundial de los clavadistas y del puerto, porque fue quien dobló a Elvis Presley en el clavado con el que concluye la película de 1963, Fun in Acapulco (Diversión en Acapulco). Esta película resultó ser el mayor vehículo de promoción del puerto, haciendo famoso Acapulco en casi cada rincón del mundo.
Afortunadamente la tradición continúa, renovada, y en estos días en La Quebrada vamos a ver a las jóvenes generaciones pintadas como calacas, ofreciendo los espectáculos denominados: Fuego en el océano, Clavados con capa, Bengala, Antorchas y Clavado triple con fogata.
Es más que adecuado que estos valientes artistas festejen y nos recuerden lo que es la muerte, con la relación especial que tienen con ella. Cuando vamos a La Quebrada como espectadores, vemos arte, vemos deporte, y vemos a varios hombres enfrentando su mortalidad cada día.
“En cada salto, en cada show existe el riesgo de encontrarnos con la muerte,” dice Giovanni Vargas, un clavadista talentoso de 30 años e hijo de Ernesto Vargas cuya foto aparece en el altar.
“El hecho de estar a diario expuestos nos ayuda a ver diferente la vida cotidiana, el enfrentar el reto de lanzarte al vacío, desafiando a la muerte en cada salto sin duda te hace ver la vida desde otra perspectiva”, agrega.
“Trabajar con la muerte para nosotros es normal”, observa Ángel David Castrejón, un clavadista de la generación anterior. “Hemos aceptado dulcemente tenerla a un lado. Somos personas ordinarias haciendo un trabajo extraordinario”, sintetiza.
Para la mayoría de nosotros, el Día de Muertos –una tradición que pertenecía a los habitantes de estas tierras antes de la Conquista española– nos ofrece la oportunidad de conmemorar a nuestros difuntos, a todos juntos, en las mismas fechas, algo que casi no existe en otros países. Enfrentamos nuestras pérdidas, nuestra tristeza y resignación, y nos acostumbramos a la idea de nuestra propia mortalidad en compañía de nuestros semejantes.
Eso están haciendo los clavadistas de La Quebrada con su altar a sus antepasados, pero también hay otra enseñanza que viene de su trabajo con la muerte. Comenta Giovanni: “Para mí en lo personal, el hecho de superar el miedo de lanzarte y ver cara a cara a la muerte hace que la vida y sus adversidades sean menores; si puedes superar esto, puedes con todo”.
Fechas y horarios de los espectáculos por Día de Muertos en La Quebrada: lunes 31 de octubre, martes 1 y miércoles 2 de noviembre, a las 19, 20, 21 y 22 horas. Admisión: 100 pesos.
*Periodista neerlandesa independiente y escritora de viajes, en colaboración especial para Quadratín Guerrero.